Matías Isola

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Semana complicada

La grieta llegó a la Justicia: ¿persecución política o independencia de poderes?

La andanada judicial contra ex funcionarios kirchneristas instaló el debate en la política y en la sociedad.

La Justicia quedó en el ojo de la tormenta en los últimos meses con la andanada de detenciones de ex funcionarios kirchneristas. Más allá de las denuncias y procesamientos (muchos de ellos justificados), la polémica pasa por las prisiones preventivas.



El caso reciente tiene que ver con la ex presidenta Cristina Kirchner. El juez Claudio Bonadio solicitó su desafuero y prisión preventiva en la causa por supuesta traición a la patria. Otro caso es el de Milagro Sala, a quién la Corte le ordenó prisión domiciliaria en sintonía con la recomendación de la CIDH.



El Gobierno se despega de las medidas judiciales y asegura que la Justicia actúa con independencia. Por su parte, la oposición referenciada en el kirchnerismo sostiene que existe persecución política y que peligran tanto el Estado de Derecho como la República. La grieta en su máxima expresión.



Es muy obvio que los tiempos de la Justicia se mueven a la par del gobierno de turno. Siempre fue así, al menos desde el retorno de la Democracia a esta parte. Lo cual es muy preocupante. Y también demuestra el poder extorsivo que tienen algunos jueces de cajonear causas y de reflotarlas cuando les conviene.



La credibilidad de la Justicia en Argentina está seriamente dañada y eso tiene que ver con la incoherencia reinante. Los fallos están viciados y tienen una connotación política. ¿Será posible recuperar la confianza de la comunidad?

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