Nicolás Martorell

Que Pasa Salta
Una falta de respeto

La foto de Macri con un tiro en la cabeza nos tiene que doler a todos

Hace unos días, un empleado estatal atendió al público con una remera estampada con el rostro de Mauricio Macri con un tiro en la frente. La libertad de expresión tiene un límite.

No podemos pasar por alto lo que pasó, ni permitir que vuelva a ocurrir. La libertad de expresión tiene un límite. No es menor situarnos en el contexto en el que esta persona usó esta remera. Es un empleado estatal, es decir que todos le pagamos el sueldo. A la misma la tenía puesta mientras atendía a la gente en una institución pública. 



El único propósito de esta persona fue fomentar el escándalo público. Quiso atropellar los derechos de la comunidad y de lo que eligió el país democraticamente. La libertad de expresión no puede ser una herramienta para vulnerar los derechos de los otros. 



El presidente fue elegido por el voto de la mayoría, y a eso hay que respetarlo. Una gran parte de la población hace fuerzas y desea que a este gobierno le vaya mal, y que pase lo mismo que ocurrió con el resto de las presidencias no peronistas, excepto la de Alvear (1922-1928), que terminaron antes de tiempo su mandato. 



No venimos de la gloria, ni del paraíso, ni del auge económico, ni nada que esté cercano a eso. Venimos de 12 años de decadencia total en el país y de una corrupción pocas veces vista, con casos comprobados por la Justicia. ¿Creen que es fácil cambiar las cosas en tan poco tiempo?.



Para los que defienden a este militante opositor, les digo que no olvidemos cómo era la libertad de expresión en el Kirchnerismo. ¿Qué voces contrarias al gobierno de Cristina veíamos en la TV Pública?. Ninguna, todo lo contrario. Se dedicaban a defenestrar a toda persona que hablaban mal del gobierno. Y no me comparen con el programa de Jorge Lanata, porque estaba en un canal privado, y no le pagabamos el sueldo con dinero del Estado. Tenemos que valorar que este gobierno permite decir lo que uno piensa sin recibir amenazas ni insultos, todo lo contrario.  



Si a la remera la hubiera usado en otro lugar, las cosas serían diferentes, aunque igual de repudiables. ¿No está a la vista que lo que hizo esta persona es incitación a la violencia?, algo que el código penal considera un delito. 



Y antes de criticar por criticar y desear la quiebra del país, recuerden que si le va mal al gobierno, le va mal al pueblo. Entre todos debemos salir adelante, y si no compartimos las ideas de este Gobierno, debemos expresarlo en las urnas y con una militancia sana.  Como pasó el año pasado donde Cambiemos volvió a ganar con una mayoría considerable en casi la totalidad del país.  



La libertad de expresión no respalda las expresiones que inciten la violencia de nadie, mucho menos del primer mandatario.  

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