La campaña pasó sin pena ni gloria por Salta: ¿por qué la indiferencia?

Falta una semana para las elecciones y los salteños mostraron hasta el momento una absoluta indiferencia. La campaña pasó desapercibida y nunca levantó temperatura. En ese contexto, el 22 de octubre habrá que elegir cargos legislativos nacionales, provinciales y municipales.

Restará saber si los salteños miraron con indiferencia la campaña porque ya tienen decidido el voto o porque verdaderamente no les importan las elecciones. Hay mucho escepticismo en la sociedad y también mucho desencanto con la dirigencia política. Por otra parte, muchos ciudadanos están cansados de escuchar promesas que difícilmente se cumplen. En la campaña todo es color de rosas.

Para muchos las elecciones de medio término son un plebiscito para los ejecutivos. Otros optan por relativizarlas. Son cuestiones que sólo le interesan al mundillo político. Los ciudadanos tienen necesidades inmediatas y otras prioridades como para andar pensando en 2019.

El bipartidismo quedó pulverizado tras la crisis de 2001 y no logró reestablecerse. En Salta, la campaña sólo fue importante para los candidatos y militantes. El resto de la sociedad siguió con su vida cotidiana y prácticamente no se involucró. ¿El 22 de octubre se votará con ideología, con convicción o simplemente al menos malo? ¿Habrá voto castigo? ¿Habrá voto bronca? Más allá del valor inconmensurable de la democracia, ¿la oferta electoral es pobre?