Andrés Suriani

Concejal
Sobre el tetazo

Hay tetas que si valen la pena

Cabría pensar en el rol protagónico y crucial que supieron asumir personalidades como Martina Silva de Gurruchaga, Carmen Puch de Guemes o Juana Manela Gorriti

La reciente convocatoria del "tetazo" nos enseña nuevamente el evidente desacierto en el que caen los grupos radicalizados de activistas feministas que supuestamente representan y defienden los derechos de las mujeres. Lo negativo de colocar al hombre y a la mujer enfrentados en veredas opuestas, en lugar de fomentar la complementariedad entre ambos para fortalecerse mutuamente, es otra de las tantas ingenuidades a las que conduce la llamada ideología de género, que basada en conceptos reñidos con la naturaleza y las costumbres solo pueden conducir a conclusiones absurdas como la señalada.



Las pretensiones inútiles de arrogarse una representación de la que carecen también contribuye a restarle seriedad a la convocatoria, ya que la inmensa mayoría de las mujeres no aprueba estas ostentaciones, jamás se expondrían a caer en esas muestras innecesarias de mal gusto, donde no hay lugar para el buen trato, la buena educación y la delicadeza que las caracterizan. Denigrándose solo obtienen mayor cobertura de la prensa pero ni un atisbo de acercamiento a la solución de los graves hechos de violencia contra la mujer que tan urgentemente se deben detener. Así, las visiones feministas a ultranza no hacen otra cosa que desviar el camino a una verdadera y racional solución de la violencia.  Víctimas de esa visión extrema son también quienes manejan los organismos públicos creados a tales fines, que mientras mueren más mujeres, siguen sin encontrar el rumbo, limitándose a enarbolar premisas ideologizadas donde se describen románticamente las características negativas y retrogradas de una sociedad "machista y patriarcal" pero no logran dar un solo paso concreto y definido frente al flagelo de los crímenes contras las mujeres. Escribir «muerte al macho», es una actitud fachistoide.



En tiempos del bicentenario de nuestra Patria, cabría pensar en el rol protagónico y crucial que supieron asumir personalidades como Martina Silva de Gurruchaga, Carmen Puch de Guemes o Juana Manela Gorriti, mujeres que supieron valerse de verdaderas virtudes para destacarse y formar una sociedad mejor y más justa. Verdaderos ejemplos que inspiran, totalmente reñidos con las prácticas feministas que prevalecen en la actualidad y que en nada colaboran para lograr una paz social entre todos.



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