¿Pasará en Salta?

Guerra de bolsas plásticas: supermercados quieren enjuiciar a Bs. As.

La prohibición de entregar bolsas regirá a partir del año próximo, en el marco de la nueva política ambientalista de CABA. Para los supermercados, esto afectará la actividad de 600 pymes del sector plástico y, además, implicará una caída en los niveles de consumo en los pequeños negocios.

El tema, a diferencia de Salta, pasó casi sin pena ni gloria por los medios de comunicación, pero la gravedad de la situación es tal que las principales cadenas de supermercados del país ya parecen decididas a llevar al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a la Justicia.



La prohibición por parte de la máxima autoridad porteña de que los retailers continúen vendiendo bolsas de plástico a sus clientes en la Ciudad de Buenos Aires- que comenzará a regir a partir del 1° de enero del próximo año- puso los pelos de punta a los jugadores más fuertes del sector.



"Estamos evaluando realizar una acción judicial", llegó a admitir a iProfesional Juan Vasco Martínez, vocero de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), entidad que nuclea a las cadenas más importantes de la Argentina, tales como Carrefour, Jumbo, Walmart, Coto y Día.



Desde el Gobierno porteño consideran que esta prohibición constituye un paso más en la pelea por el cuidado del medio ambiente e, inclusive, confían en que la reducción del circulante de este tipo de bolsas resolverá algunos problemas de la ciudad, ya que, de acuerdo con la cartera de Ambiente, un tercio de los residuos recolectados durante la limpieza de arroyos entubados son, precisamente, bolsas de plástico, que en los túneles de desagües pluviales suelen formar "diques" que impiden el paso normal del agua.



Pero los supermercados se oponen a esta visión y lo consideran poco más que una acción de marketing ecologista por parte del ente porteño. "Es puro fetichismo ambientalista", dispara en diálogo con este medio Vasco Martínez.



Cada jugador con sus argumentos. No es la primera vez que el Gobierno de la Ciudad pone en marcha una iniciativa que busca desincentivar el uso de las bolsas de plástico en su territorio. Hay que recordar que en el año 2012 se empezó por reglamentar el cobro de estos productos que antes eran entregados de manera ilimitada y gratis en todos los supermercados porteños.



Cuatro años atrás, la Ley Nº 3.147 de la Ciudad de Buenos Aires establecía en su resolución Nº 155, además, que las sucursales de las cadenas de retail tenían un plazo de tres meses parareemplazar las bolsas que entregaban a sus clientes por otras, con determinadas características específicas.



Pero ahora, el ente porteño va por más y a partir del 2017 no permitirá que se comercialicen en las cadenas otras bolsas que no sean las de tela. Inclusive, ya se advirtió que aquellos que incumplan con la normativa deberán hacer frente a una multa que podrá rondar los 100.000 pesos.



Desde el Gobierno porteño argumentan que es exuberante la cantidad de bolsas de este tipo que circulan en la ciudad. De hecho, según datos de la cartera de Ambiente, en la Ciudad "sólo en el rubro de hipermercados, supermercados y autoservicios se entregan más de 500 millones de bolsas plásticas livianas por año, lo que resultaría suficiente para formar un sendero de 275.000 kilómetros".



En el caso de los supermercadistas, los argumentos que utilizan tienen que ver con la reutilización de estos artículos y con que la no entrega de bolsas por parte del supermercado implicaría necesariamente una caída en las ventas.



"El 75% de las bolsas plásticas verdes y negras que se entregan se reutilizan, ya sea para tirar los residuos hogareños y en otros usos domésticos", destacan desde la ASU.



Y agregan que podría verse afectada, principalmente, la compra de oportunidad, que es la que prevalece en las superficies más chicas (de menos de 500m2). 



"Esta medida va a impactar negativamente en el consumo, dado que va a frenar muchas de las compras no planificadas, que son las exclusivas de nuestros formatos más chicas", dice a iProfesional Vasco Martínez.



El vocero del organismo que nuclea a las principales cadenas de supermercados del país dice, además, que "en la complicada situación del consumo que se atraviesa hoy, ponerle obstáculos a la compra podría resultar aún peor".



Desigualdad y desempleo. Además del la caída en las compras, los supermercadistas mencionan otras dos razones por las cuales se oponen a la decisión del Gobierno porteño de prohibir las bolsas de plástico en 2017:



- Esta medida no aplica a todos los retailers.



"Otros comercios, las farmacias, las verdulerías y los almacenes de barrio van a seguir entregando este tipo de bolsas el año que viene, mientras que a nosotros nos está prohibido", puntualiza Vasco Martínez.



- La prohibición podría afectar puestos de trabajo.

El vocero de ASU explica, a su vez, que "los proveedores de las cadenas son, principalmente, pymes y muchas de ellas trabajan solamente con este tipo de bolsas y la Ciudad de Buenos Aires es el gran cliente de estos pequeños jugadores, por lo que corre riesgo el empleo en estas empresas".



"Calculamos que esta medida puede afectar aproximadamente 12.000 puestos de trabajo en la industria del plástico", cuenta a este medio Verónica Ramos, gerente de Asuntos Gubernamentales y comunicaciones de EcoPlas, entidad conformada por miembros de la Cámara de la Industria Plástica y de la Industria Petroquímica.



Antecedentes en el país. Lo cierto es que esta guerra de las bolsas ya tenía antecedentes en distintos puntos del interior del país.



Por ejemplo, "en el caso de Rosario o de algunas ciudades de la Patagonia ya se implementó esta prohibición", cuenta Vasco Martínez y agrega que en su momento los principales supermercados del país apoyaron la medida, pero en la capital del país la respuesta de los retailers fue diferente. 



La explicación que dan desde la ASU es la siguiente: "Nos parece desacertado que se aplique esta medida en la capital, debido a la concentración de la población que hay, y a que la desaparición de las bolsas de plástico puede afectar al negocio del plástico a nivel nacional, por el peso que tiene la ciudad en el consumo".



Cabe recordar que cuando el Gobierno porteño reglamentó en 2012 el cobro de las bolsas del plástico se redujo su uso en un 70%, según cifras que manejan los supermercadistas.



Desde EcoPlas aseguran que en los últimos cuatro años esta medida tuvo su impacto en la industria. "A partir de ahí, hubo reducción de horas extras y un achicamiento de la planta de trabajadores", indica Ramos.



Y se espera que, de avanzar la prohibición, los efectos sean aún peores. "Son unas 600 las pymes que en la actualidad se dedican a esta actividad a nivel nacional y uno de los principales clientes son los supermercados porteños, por la alta demanda de este tipo de bolsas", puntualiza en diálogo con este medio la gerente de Asuntos Gubernamentales y comunicaciones de EcoPlas.



Según Ramos, si bien la medida aún no se implementó, sus consecuencias ya se hacen notaren la industria: "Los supermercados ya no están haciendo pedidos y esto se empieza a notar y a tener un fuerte impacto en las empresas que los tienen como clientes".



La batalla entre el Gobierno y los súper va a ir recrudeciendo en la medida en que avancen las semanas y se acerque fin de año. Habrá que esperar para ver quién gana la "pulseada" y cómo afecta este tema a un hábito tan cotidiano para los argentinos como es cargar las bolsas del supermercado.E

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