Recalculando

El Gobierno aceptará cambios en la boleta electrónica

La Casa Rosada admite que podría dejar de lado el chip a cambio de otro tipo de dispositivo digital para el recuento de votos; el tema se trató en una reunión de ministros

Con el trámite parlamentario demorado en el Senado, el gobierno de Mauricio Macri decidió ayer proponer cambios al PJ para destrabar la ley de reforma política que creará el sistema electoral de boleta única electrónica (BUE). Ofrecerá al peronismo una "redacción razonable" en la ley, que garantice un recuento digital de votos, seguro y secreto, cuya tecnología se decidirá junto con la Cámara Nacional Electoral (CNE).



Además, dejará abierta la puerta para que, en el caso de que no se llegue a una aplicación simultánea de la BUE en todo el país, se contemple la posibilidad de que en algunos distritos se utilice el tradicional sistema de boletas en papel. Pero se garantizaría el nuevo sistema en la provincia de Buenos Aires.



"La BUE es la única alternativa. El dispositivo digital para el recuento no está en discusión. Podemos aceptar que no haya un chip y que exista otro mecanismo, que lo propondrá el Poder Ejecutivo y lo aprobará la CNE", dijo un funcionario involucrado en las negociaciones con los senadores del PJ.



Esta nueva negociación con el peronismo se definió en una reunión de alto nivel en la Casa Rosada que encabezó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y en la que participaron su par de Modernización, Andrés Ibarra; el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, y el jefe de asesores presidenciales, José Torello. Estaban, también, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Pablo Tonelli, y la diputada Silvia Lospennato.



El Presidente recibió , en tanto, al senador Juan Carlos Romero (PJ-Salta), que rechazaba la iniciativa. Según trascendió, Romero apoyaría el proyecto a cambio del compromiso de crear en el futuro un organismo de control electoral autónomo.



"Lo único que no vamos a negociar es el dispositivo digital para el recuento de votos con tecnología porque si esto no se aprueba volveremos al sistema de recuentos manual que permite todo tipo de irregularidades y no sirve de nada la reforma", señaló un allegado a Frigerio.



En rigor, el PJ se opone al uso de un chip, como tiene previsto el Gobierno, porque lo considera inseguro y sostiene que no garantiza el secreto del voto. Pero Macri sospecha que podría tratarse de una maniobra dilatoria para que no se llegue con los tiempos a crear el nuevo sistema de BUE y, así, el peronismo podría votar con el viejo sistema de boletas de papel y urnas de cartón que quedó sospechado de fraudulento.



En verdad, el proyecto aprobado con media sanción en Diputados no establece el uso del chip, sino de un dispositivo digital. "Se pueden encontrar dispositivos alternativos y seguros", dicen en Balcarce 50.



En la Casa Rosada evaluaron que "se puede negociar y ofrecerle al peronismo un sistema razonable que permita darles tranquilidad a todos con un recuento digital que garantice la seguridad y el secreto del voto". Saben que el kirchnerismo en el Senado, al igual que en Diputados, se opondrá, pero evaluaron que otros sectores del PJ no opondrán resistencia si se garantizan esos requisitos.



En la reunión se acordó permitir en la redacción de la ley que si no se llega a tiempo, el sistema de la BUE no se aplique necesariamente en el 100% de las provincias. El PJ plantea la gradualidad y para esos casos se ofrecería como plan de contingencia el sistema de las boletas de papel.



Además, el Gobierno aprobaría otros cambios menores que propone el PJ para que Diputados pueda sancionar la ley antes del 30 de noviembre y poder aplicar el sistema.

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