Andrea Lazarte

Periodista
De mal en peor

Como lograr una imagen negativa en 14 meses, por Yolanda Vega

Muchos entienden que la llegada al poder de una mujer alejada hace años de la política, aprendiz del ex intendente Ruben Corimayo por haber cumplido función pública en su gestión y hasta concejal para esa línea política, serviría para encontrarnos con el ansiado y pregonado cambio que necesitaba Cerrillos. Nada de eso llegó. 



Al parecer, todo lo pregonado en campaña como “Cambio, honestidad, capacidad y eficiencia”, sólo fue producto de una fábula. 



A un año y dos meses de gestión Yolanda Vega no solo demostró no poder encontrar el rumbo, sino hasta perdió la mayoría de voluntades en el Concejo Deliberante. La falta de respeto a las instituciones indicada en reiteradas oportunidades por los legisladores, como también lo indican otros sectores del pueblo, el nepotismo reinante y la falta de contacto con la prensa local que intenta acercar una opinión sobre lo que sucede no parece importar a esta nueva gestión.



Al parecer entienden que la mejor receta para lograr mantenerse en el poder es hacer todo lo contrario a lo que se conoce como buena letra o tal vez estará ensayando una receta diferente para mostrarse como una erudita en la materia. 



Falta de asistencia a las zonas de menos recursos, abandonar recursos económicos disponibles para ejecutar obras para el municipio por no encontrarse capacitados para afrontarlas, la poca cintura política, el insuficiente trabajo en recolección de residuos, podas y pastos y la falta de carisma con la gente, son algunos de los ingredientes que van en esta receta. 



Lo cierto es que esta gestión, al menos para aquellos que la ven de cerca, se ha especializado en generar bailes, carpas, carnaval, corso y eventos al aire libre como parte del cambio. De obras, avances y gestión, nada. Estos hechos significativos para un ciudadano común ha generado un marcado crecimiento de grupo de adeptos a los "Yo te voté, hoy me arrepiento"  que hoy predominan en las charlas, en las redes sociales, etc. Tal vez ahora comencemos a comprender como se logra una imagen negativa en 14 meses como ha conseguido Yolanda Vega. 



Si a esta receta le incorporamos el conocido “manotazo de ahogado”, podríamos entender la última de las incorporaciones a su pastel, la victimización. Esto fue visto por muchos como un aditamento más que sigue remarcando la falta de interpretación de lo que es llevar un cargo como el de Jefe de Estado. 



Es sabido que lo que menos quiere la gente es ser comandado por un político débil, pues este no es el caso, al no haber podido brindar su discurso en el recinto legislativo local por llegar tarde y sin los informes de gestión correspondientes a tiempo, utilizó un medio de comunicación local de bajo alcance para poder expresar sus líneas y hasta su enojo con todos los ediles tratándolos de INTOLERANTES y ensayar un discurso soez entre medio de algunos sollozos. 



Si a esto le sumamos que los últimos sondeos muestran que Yolanda Vega logró en 4 meses obtener una imagen negativa del 69 por ciento y en ascenso, deja bien en claro para el resto de sus pares o por lo menos para los nuevos en gestiones municipales que NO se debe hacer para acrecentar una imagen negativa. 



Sin equipo de campaña, sin candidatos potables, sin obras, sin contacto con la prensa, sin buenas relaciones con legisladores departamentales y municipales y con una imagen devaluada sin chances de revertir, el pueblo deberá ir pensando en buscar nuevas figuras para las próximas elecciones si quieren conseguir a futuro una ciudad que pueda salir de las tinieblas en la que se encuentra inmerso producto de algunos improvisados de la política.

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