Asesinato a sangre fría: el peligroso mensaje de Macri

El reconocimiento público del presidente Mauricio Macri al policía bonaerense Luis Chocoboar no hizo otro cosa que desatar la polémica y abrir el debate. La encendida defensa del mandatario al efectivo procesado fue un fuerte mensaje a la Justicia, a las fuerzas de seguridad, y a la sociedad en su conjunto. La opinión pública se divide entres los que justifican el accionar de Chocobar y los que lo cuestionan. 

En términos reduccionistas, de un lado se encontrarían los progres y del otro los fachos. Los que defienden los derechos humanos y los que exigen mano dura. Sería un grave error caer en esa trampa, en esa lógica, en esa grieta. En este caso hablamos de interpretar el Código Penal. De dilucidar entre legítima defensa y uso excesivo de la fuerza.

Lo cierto es que muchos opinaron sin conocimiento de causa y en las últimas horas surgió un elemento contundente que contradice la versión de Chocobar. Se trata de un video registrado por una cámara de seguridad del barrio porteño de La Boca que grafica el momento exacto en el que el ladrón es baleado por la espalda cuando se disponía a huir del lugar.

La filmación compromete a Chocobar porque su argumento había sido la supuesta legítima defensa que no fue tal. Salvando las enormes distancias del caso, hace poco tiempo en Salta se vivió un episodio de gatillo fácil que involucró a dos uniformados y que instaló el debate en la sociedad. Fue el homicidio de Nahuel en barrio Solidaridad. Joven ejecutado a sangre fría por un un efectivo que también se encontraba fuera de servicio.

Volviendo al caso de Chocobar, resulta imprescindible aclarar los tantos y separar la paja del trigo. El joven que murió había robado y herido a un turista norteamericano junto a su cómplice. Esa situación existió y merece ser repudiada. No se trata de hacer apología del delito. Al contrario, se trata de que las instituciones funcionen como corresponde. Lo mismo que la Justicia. No obstante, el accionar del policía que se encontraba fuera de servicio al momento del hecho genera muchos interrogantes. ¿Se agudizó la tendencia de las fuerzas de seguridad a abrir fuego deliberadamente aún cuando no resulta necesario? ¿Son casos aislados o se trata de una bajada de línea?

¿Los policías están debidamente capacitados para resolver ese tipo de situaciones?

Hay una gran diferencia entre actuar en defensa propia y fusilar a una persona de espaldas, por más delincuente que sea. El video es elocuente y desmorona la coartada del policía. ¿Seguirá pensando lo mismo Macri? ¿Se arrepentirá de haber recibido a Chocobar con honores? ¿Hubo una intencionalidad? Lo cierto es que la figura de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se consolida cada vez más y se impone su política de mano dura entre las filas del Gobierno.

Más allá de la condición de delincuente que tenía Juan Pablo Kukoc, el joven abatido, su muerte configura un homicidio a sangre fría. Fue ejecutado por la espalda cuando corría y no representaba peligro alguno para la integridad física de Chocobar ni de terceros. Por ese motivo el efectivo fue procesado por homicidio agravado y embargado en 400 mil pesos. No respetó el protocolo y actuó de manera irresponsable e injustificada. No se trata de garantismo o no garantismo, o de convertir a víctimas en victimarios, eso es otra discusión. En este caso se trata de una situación que podría haberse evitado, o resuelto de una manera menos sangrienta. Por ese motivo el mensaje de Macri puede resultar peligroso. Estaríamos hablando de avalar un asesinato, con todo lo que eso significa. O lo que es peor, puede ser tomado como un vía libre para que el día de mañana se repitan casos similares.