Según la BBC

3 obstáculos que enfrenta Macri para que Argentina "vuelva a ser parte del mundo"

Una y otra vez, desde que asumió como presidente de Argentina, Mauricio Macri ha mencionado y sentado como propósito una frase ya famosa: "Queremos volver a ser parte del mundo".

El mandatario se refiere al supuesto aislamiento económico, político y cultural que, según él, significaron los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.



En los 10 meses que Macri lleva en el poder los jefes de Estado de Italia, Francia y Estados Unidos estuvieron en Argentina. Y este lunes vino el de Brasil.



Casi 2.000 empresarios del mundo asistieron este mes a un foro en Buenos Aires, prometiendo millonarias inversiones. Y el próximo año Argentina será sede del G20, el grupo de los gobiernos más poderosos del planeta.



También vino a Argentina, después de 10 años, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que la semana pasada se fue celebrando "avances importantes", entre ellos realinear las tarifas de servicios como agua y luz con precios internacionales o negociar con los llamados "fondos buitres", lo que devolvió a Argentina la posibilidad de obtener créditos internacionales.



Muchos argentinos piensan que todo esto es un retroceso, o al menos un error, porque lo ven como una manera de sacrificar soberanía y empleos locales.



Pero otros se preguntan qué significa realmente "volver al mundo", o cuán viable es ese propósito más allá de los foros, los discursos y las visitas oficiales.



¿Cuáles son, entonces, los obstáculos que enfrenta Macri en esta misión?



1. La política interna

Analistas afirmaron que hay un sector importante de la opinión pública y la élite política que rechazan esta apertura.



Y esos sectores representan factores estructurales del sistema del país.



La economía argentina, por ejemplo, es la más proteccionistas de América Latina, según datos de Global Trade Alert, una organización independiente de contabiliza las restricciones de cada país al mercado.



Las restricciones en Argentina aumentaron en los últimos 15 años, debido a una política que buscaba mantener las empresas locales y proteger a los trabajadores, quienes son, según datos de la ONU, de los mejor pagados de la región.



Muchos creen que con la apertura hacia el mundo, que relacionan al capitalismo, se pone en riesgo el sistema de protección que beneficia a muchos empleados y empresas argentinos.



"Argentina es un país muy introspectivo, el país con más rechazo de EE.UU. en la región, así que para entrar al mundo tienen que haber cambios en una cultura política que tiene medio siglo en el país", dice Andrés Serbin, director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).



El investigador del CRIES, una red de centros de estudio en relaciones internacionales con base en Buenos Aires, añade que volver al mundo "será una tarea larga y ardua".



"Pero es llamativo que haya sectores del peronismo que apoyen estas iniciativas", asegura, sobre una tendencia que si bien no es nueva, vive una reversión en la actualidad.



2. Compromisos "innecesarios"



Otros analistas temen que, con esta política internacional, Macri pueda estar alineando al país con políticas globales que, según ellos, han tenido malos resultados en otras naciones.



"Esto puede llevar a Argentina a comprometerse con cosas que no necesita", dice Juan Tokatlián, director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella, en Buenos Aires.



El analista da como ejemplo dos ámbitos concretos -el narcotráfico y el terrorismo- en los que Macri ha impulsado medidas similares a las implementadas por países cercanos a EE.UU..



Frente al aumento de narcotráfico en Argentina, que fue uno de los temas más recurrentes de la campaña presidencial en 2015, Macri ha declarado "una guerra" enfocada en la prevención y la protección de las fronteras.



Son medidas similares a lo que países como México y Colombia, de la mano de EE.UU., adoptaron años atrás, pero que ahora, después de no conseguir resultados positivos, han repensado.



Tokatlián dice en un momento en que la región busca y aplica políticas alternativas a la guerra contra las drogas, como la regulación estatal y la reducción de daños, "Macri decidió emprender esa cruzada".



Asimismo, Macri ha reiterado su disposición a apoyar a países como EE.UU., Francia y Reino Unido en la llamada "lucha internacional contra el terrorismo", una "guerra" que para muchos ha traído más víctimas que soluciones.



"Es necesario deliberar sobre una cuestión tan delicada antes de comprometer al país en conflictos que nos son ajenos", dice Tokatlián.



3. Dificultades en el contexto internacional



El mundo al que Macri quiere volver, coinciden los analistas, está pasando por un momento de inestabilidadcontracción y transición.



El principal socio comercial de Argentina, Brasil, vive una dura recesión y este año espera un crecimiento negativo (-3,5%), mientras que China, el segundo, ha devaluó su moneda en los últimos años, con lo que cayeron las reservas argentinas, un cuarto de las cuales están en yuanes, y se encarecieron las importaciones desde ese país.



Además, en términos globales, el comercio está en uno de los puntos más bajos de los últimos 25 años, las inversiones productivas han perdido espacio frente a las finanzas y las exportaciones a nivel mundial han caído, mientras se ve un auge proteccionista.



"La frase ('volver al mundo') parece desconocer los cambios ocurridos y en ciernes", dice Tokatlián, en referencia al campo económico, donde el FMI prevé para Argentina una contracción de -1,8% este año.



Pero el reto también es grande en el ámbito político, donde hay factores de inestabilidad cada vez más grandes, como el choque Rusia-EE.UU., el auge de violencia en Medio Oriente o las tendencias extremistas.



Macri ha apostado fuerte a la elección de la secretaría general de la ONU, donde Argentina tiene un candidato con posibilidades: la canciller Susana Malcorra.



Ser una fuente de soluciones en un mundo profundamente desestabilizadopodría ser difícil para Argentina, un país con no pocos problemas internos.

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