Un horror

Robaron y torturaron con un destornillador a un humilde abuelo

Los malvivientes utilizaron la herramienta para desfigurarle la cara a la humilde víctima.

Con los viejitos no. Un humilde anciano, de 82 años, padeció un brutal infierno en manos de un grupo de delincuentes que ingresó a su vivienda, de la localidad bonaerense de San Vicente, y se apropió de objetos de valor y de una suma de dinero.



Sin embargo, no satisfechos con el botín obtenido, los malhechores volcaron toda su furia en el indefenso abuelo, que imploraba piedad, provocándole heridas cortantes y hasta le desfiguraron la cara a golpes.



No obstante, horas después fue detenido uno de los integrantes de la gavilla mientras el resto permanece en libertad, desencadenando el pánico de la víctima, que teme por su vida.



Una pesadilla



En su casa situada en Rosario al 400, del barrio Matadero de la localidad de San Vicente, Reinaldo Núñez, de 82 años, despertó sobresaltado al advertir la presencia de tres sujetos, quienes inmediatamente lo arrancaron de la cama y, arrastrándolo, lo llevaron por diferentes rincones del inmueble.



Fue por esto que el abuelo entregó sin ofrecer resistencia las pocas pertenencias que tenía en su hogar: quinientos pesos, una amoladora y una agujereadora, pero no logró convencer a los malvivientes, que exigían más.



Por lo tanto, Núñez les repetía una y otra vez que era lo único que tenía y les clamaba que se retiraran del lugar, pero todo ello fue en vano puesto que, en vez de tener piedad con el anciano, decidieron someterlo a una voraz golpiza como castigo por el insuficiente botín.



Brutalidad total



Fue entonces que uno de ellos extrajo un destornillador, con el cual habían accedido a la propiedad, y lo empleó como un puñal, generándole profundos cortes en la espalda y en el cuello mientras sus cómplices lo molían a golpes en el suelo.



El cabecilla de la banda fue reconocido por Reinaldo, cuando las autoridades policiales arribaron a su vivienda, alertadas por los vecinos, quienes al escuchar los gritos del jubilado acudieron en ayuda.



La víctima identificó a uno de sus agresores como El Vasco, un sujeto de 24 años, que reside a pocos metros de su domicilio, en la intersección de Santa Fe y Arias, donde finalmente fue detenido.



El apresado, Brian Tomadín, vestía un pantalón y una campera manchados de sangre y, en uno de sus bolsillos, los agentes hallaron un destornillador con el mango partido. A su vez, en su vivienda se encontraron objetos que Núñez reconoció como propios.



En tanto, los otros dos malvivientes permanecen prófugos, por lo cual el anciano teme que regresen al hogar en afán de venganza ante el arresto de su secuaz.



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