Escabrosos detalles de la abuelita de 95 años violada en Rosario de Lerma

Estaba abandonada, conviviendo con su agresor desde hace mucho tiempo. Tenía la cadera quebrada y mal nutrida. La mañana de este miércoles, cerca de las 7, un gutural grito se escuchó en el sórdido callejón en donde está ubicada la casa del terror.

"No, no, no, por favor...". Todos escucharon pero solo Andrea se animó a cruzar la angosta calle. Corrió la cortina de nylon y se dio con lo inimaginable. Lucio, de 64 años, borracho y fuera de sí, totalmente desnudo y balbuceante, estaba encima de su madre, una mujer de 95 años.

La joven, según publica El Tribuno, corrió a buscar ayuda a la casa de otra vecina que siempre cuidó de la abuela. Su hijo de 16 años, de buen porte físico, salió en auxilio de la anciana. Al llegar, el depravado estaba sentado y aún desnudo a un costado de la cama de la abuela. El chico se quedó fuera de la casa, entre tanto su amiga llamaba a la policía.

La anciana otra vez pidió auxilio. Su hijo estaba otra vez encima de ella. En dos trancos el adolescente entró y lo sacó por la fuerza. El abusador se zafó del joven y logró huir. Por suerte en ese instante llegó la policía y lo detuvo.

Lucio es alcohólico y vive en la casa de su madre hace mucho. Nunca le brindó atenciones; solo se emborrachaba junto a otros compinches en la casa del barrio San Jorge.

"Ese hombre vivía borracho. Se juntaba con sus amigos a beber, mientras la abuela estaba sola. Siempre cruzábamos a verla a la pobre señora, por temor a estos sujetos. Como vecinos hicimos lo que pudimos. Estaba abandonada. Ni un asistente social vino a verla. Comía de la vianda que entrega el PAMI y el desayuno y la merienda que le acercábamos", contó a El Tribuno Andrés.

Lucio permanece detenido en la Alcaidía Judicial, donde fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo en perjuicio de su madre.