Estalló de bronca

Comerciante salteño compró una "freidora" pero le mandaron otra cosa

Al abrir el paquete hizo una denuncia en la comisaría Primera de inmediato.

El entusiasmo por lo que creía una ganga, por el precio abonado, se esfumó apenas, el comerciante, abrió el paquete que había retirado de las oficinas del Correo Argentino, pues se percató de que en el interior no se hallaba lo que le habían prometido, sino que había sido blanco de una vil estafa.



Esta nefasta experiencia la vivió un comerciante del barrio 20 de Febrero, Clemente Cejas, quien denunció los detalles en dependencias de la comisaría Primera. El comerciante sostuvo que el 24 de noviembre pasado atendió un llamado de una empresa, de venta de productos vía telefónica, la cual lo contactó para ofrecerle una fabulosa oferta.



Logística previa, los estafadores le ofrecieron una doble freidora, implemento que el comerciante necesitaba en su local, por lo que se mostró interesado, ya que el precio ofertado era más que accesible, según lo denunciado.



Tras verificar algunos detalles relacionados a la doble freidora, el comerciante aceptó la negociación, la que debía completarse en las oficinas del correo, pues la entrega del producto debía realizarse contra reembolso.



Acordada la compra, con los representantes de la empresa “Teleoferta”, Cejas, según lo informado por la policía a La Voz de Salta,  esperó la fecha en que debía llegar la doble freidora, lo que sucedió el 30 de noviembre, por lo que el comerciante se presentó en las oficinas del correo.



Aserrín

Allí, luego de pagar una suma de alrededor de 1.500 pesos, Cejas recibió el paquete en cuestión, el que intentó abrir allí mismo, sin embargo, los empleados no se lo permitieron, por lo que debió esperar hasta llegar a su vivienda.



Al abrir la caja, Cejas se dio con una gran “fiasco”, pues el contenido no se parecía para nada a la doble freidora. Se trataba de una simple cacerola de aluminio, en cuyo interior había una bolsa con aserrín, el que fue colocado para darle algo de peso al paquete.



Frente a esta estafa, el comerciante se presentó en la comisaría Primera, en Deán Funes y General Güemes, donde relató la estafa y aportó los datos del remitente del paquete recibido, dirección que indicaba un domicilio de una empresa de transporte de Buenos Aires.



La empresa mencionada, según surge de distintas redes sociales, ya tiene antecedentes por denuncias similares por este tipo de estafas, por lo que la policía alertó sobre el accionar de esta y otras empresas de venta telefónica.



 



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