nota curiosa

Las 4 personas que perderás a lo largo de tu vida

Las personas entran y salen de nuestras vidas todos los días. Cuesta mucho dejar entrar a alguien por completo en tu vida. Sin embargo, una vez que dejas entrar a alguien, está dentro. Esta persona se convierte en alguien de tu día a día, y la verdad es que nunca nos ponemos a pensar en qué pasará cuando esta persona nos deje.

Si dejar a la gente entrar a tu vida es difícil, perderlas es incluso más terrible. Perder a alguien, también significa perder parte de ti. Las personas que con las que he compartido parte de mi tiempo en este planeta y le han dado forma a ciertos recuerdos que tengo y que probablemente recordaré para siempre.

Seguir con tu vida después de terminar relaciones de todo tipo es inevitable, pero cada pérdida nos duele de formas diferentes y puede que algunas nos duelan por siempre.

Aquí te mostramos diferentes tipos de pérdidas con las que todos tenemos que lidiar a medida que crecemos:

1. La persona que nunca formó parte de tu vida realmente. Dicen que no puedes perder algo que nunca tuviste, pero me gustaría decir que no creo que sea así. Si aunque fuese por un momento, entraste en mi vida, entonces fuiste parte de ella y tienes parte de mi. 

Tomaste parte de mi mente cuando, de la nada, fuiste parte de mis pensamientos. Mi cuerpo era tuyo cuando estuvimos juntos y parte de mi corazón fue tuyo cuando comencé a preocuparme por ti. Siempre tendrás eso y nunca lo sabrás. Estas son las personas que te hirieron y seguirán hiriéndote por siempre.

2. Las personas que te desilusionaron. Dejar que la gente entre en tu vida y confiar en ellos es un desafío. La vida nos ha enseñado a ser desconfiados de las intenciones y motivos de todas las personas, pero una vez que confío en alguien, esas personas se ganan mi confianza total. 

Las personas que me desilusionan no sólo me hieren sino que también hacen que me enfade conmigo misma por perder mi tiempo y confiar en alguien que no se lo merecía. 

3. Esa persona que está pero no está. La gente cambia. La gente evoluciona y sigue con cualquiera sea la etapa de su vida en la que decidan estar. Esa persona que está, pero no está realmente te hiere de una forma diferente, porque no la has perdido realmente, pero existe la posibilidad de que durante un tiempo sea así. 

Es la persona que puedes sentir lentamente como se aleja de ti. Lo que duele es la anticipación, el no saber cuándo se irá o cuando este cambió se volverá permanente. 

Es pensar en cómo las cosas eran antes, cómo son ahora y cómo todo desaparecerá.

4. Esa persona que se fue. Perder a alguien debido a la distancia es inevitable. La vida y sus circunstancias hacen que las ciudades, los países e incluso los océanos se interpongan entre nosotros y quienes amamos. Por supuesto que existen diversas maneras de mantener el contacto con quienes nos dejan, pero nunca será lo mismo.

Aquellos que se van se llevan consigo parte de tu mente y también una parte de tu alma que nunca será tuya otra vez porque ellos estarán en otro lugar, sea cual sea ese lugar. Aunque duela, también puede ser una bendición.

Amar y sufrir por quienes están en diferentes lugares del mundo me da esperanza: esperanza de viajar, esperanza de volver a verlos algún día y la esperanza de que al final, no estoy tan sola en este mundo como creo estarlo.

Fuente: upsocl.com

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