Fotografiaba indigentes y encontró a su padre entre ellos

Diana Kim es hija de padres separados, y cuando esto ocurrió dejó de ver al suyo. La mujer creció como pudo, gracias a la ayuda de amigos de su mamá. Como fotógrafa, inició una campaña propia para dar identidad a gente sin hogar, y esta decisión la llevó a un camino inesperado.

Cuando los padres de Diana se separaron, ella tenía 5 años. Ella y su madre pasaron varios años viajando de un lugar a otro en busca de un hogar permanente: vivían en casas de amigos, a veces no tenían dónde dormir y pasaban la noche en parques o en autos.



A pesar de tener una infancia difícil, consiguió construir una vida. Está casada, tiene dos hijos y desde su adolescencia demostró su pasión por la fotografía y el derecho, ya que  logró el éxito en ambos campos, convirtiéndose en abogada y fotógrafa profesional.



En el año 2003 comenzó a fotografiar a personas sin hogar en las calles de su ciudad natal. Ese fue su proyecto personal al que llamó "El Paraíso sin hogar".



En 2012 estaba documentando la vida de los indigentes en las calles de Honolulu, EE.UU., cuando encontró a su propio padre: "Me acerqué a él con incertidumbre, pero encontré el coraje para tocar su hombro y llamarlo. No me oyó. No me pudo oír. Había noches en las que no lo encontraba. Y otros días, cuando menos lo esperaba estaba ahí, en la esquina de una calle. Sufría de esquizofrenia severa, y al no tratarse, no siempre actuaba receptivamente. Había veces que aparecía y aparentaba estar discutiendo con alguien, pero no había nadie”, dijo a NBC News.



Kim siguió llevándole comida e instándolo a buscar un tratamiento, algo que logró gracias a que el hombre sufrió un ataque al corazón en octubre de 2014. En la actualidad, el padre de Kim continúa su tratamiento, busca un trabajo parcial e incluso planea visitar a su familia en Corea del Sur.

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