Un espanto

¿Este es el color más feo del mundo?

Desagradable, poco apetecible. Así lo describen entre otras cosas.

En diciembre de 2015, el rosa cuarzo y el azul serenidad fueron elegidos los colores del año por la marca Pantone. Los consideraron los tonos de 2016 porque, según explicaban, "la mezcla de ambos supone un antídoto para el estrés del mundo moderno". Colores bonitos, suaves, con intención… Pero si esos son los tonos más bellos (siguiendo la estela del Marsala en 2015, del Orquídea Radiante de 2014 o del Esmeralda en 2013), ¿cuál es el color más feo que existe?



Esa fue la pregunta que se planteó un grupo de investigadores en 2012 a partir de un encargo del gobierno australiano. Se les pidió crear un producto que, al contrario de lo que suele suceder en el mundo del marketing, fuera feo. Desagradable. Poco apetecible. El motivo: sería el color que se implantara en las cajetillas de tabaco australianas.



Después de realizar siete estudios con más de mil personas durante varios meses, los investigadores llegaron a una conclusión: el Pantone 448 C, también denominado opaque couché, era el color más feo del planeta. 



Según han explicado los descubridores de este horror, también estaban entre los más odiados tonos cercanos al verde lima, el blanco, el beis, el gris oscuro y el mostaza. Además, el finalista fue un marrón oscuro, pero su semejanza con el chocolate podría hacerlo más apetitoso de lo necesario y fue descartado.



Entre las palabras que se asocian a este color están "alquitrán", "suciedad" o incluso "muerte". "El objetivo era la antítesis de lo que solemos hacer", ha explicado Victoria Parr, investigadora de marketing y jefa del proyecto. "No creamos hacer algo atractivo, un paquete que todos desearan para ganar clientes… Esta vez nuestra intención era ayudar a reducir la demanda, con el objetivo final de minimizar el uso del producto".



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