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Mató a su madre y no lo condenaron porque lo hizo "con amor y respeto"

Un hombre de 42 años mató a su progenitora y no irá preso por una insólita razón.

El insólito hecho ocurrió en España. Según informa Crónica, un hombre no irá preso porque pudo comprobar que asesinó a su madre a pedido de ella, y lo hizo como un acto de "total cariño". 



Ignacio Sánchez Olaso, un hombre de 42 años oriundo de Zaragoza, recientemente fue juzgado por matar a su madre a pedido de ésta y sólo recibió dos años de prisión.



Resulta que el asesino fue beneficiado por el dictamen de la Justicia de su país porque, si bien ésta probó que había asfixiado a su progenitora con dos bolsas de residuos, tuvo en cuenta dos atenuantes a la hora de dictar sentencia: la confesión de éste y porque actuó guiado por “el cariño y respeto” que sentía hacia su madre.




Por esta razón sólo recibió como castigo dos años de prisión aunque, como no tiene antecedentes penales, seguramente termine libre en menos de "lo que canta un gallo".




Según informó el medio, la mujer no tenía ninguna enfermedad terminal, como quedó claro en la sentencia, y tampoco graves padecimientos permanentes que le hicieran insufrible la existencia, pero arrastraba una “paranoia con ideaciones persecutorias” que focalizaba contra los médicos, por lo que se negaba a recibir asistencia facultativa. Llevaba diez años sin salir de su casa y sufría fuertes dolores en la espalda y una gran úlcera en una pierna a causa de la diabetes.



Los hechos

Aparentemente la madre le había dicho a su hijo que quería morir y que su decisión era “irrevocable”, y le pidió a él que se encargara de quitarle la vida. Para hacerlo, le colocó dos bolsas de residuos de plástico en la cabeza y la asfixió. La mujer habría querido intentar quitárselas en un momento, pero su hijo se lo impidió para hacer efectiva su muerte, según lo que se pudo probar durante la sentencia.



El atenuante de “pietatis causa” que le aplicó el tribunal al acusado fue contemplado tras considerar que la madre “ejercía una fuerte influencia” sobre sus hijos y su marido.




Antes de morir, la mujer dejó una nota escrita de su puño y letra en la que, entre otras cosas, dijo que “por culpa de no estar legalizada en España la eutanasia, he tenido que hacérmela yo misma”.


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