Entrevista

“El fracaso bolivariano se traducirá en el triunfo de la derecha en la región”

Guillermo García Parra es un filósofo y antropólogo colombiano. A lo largo de su carrera ha estudiado en profundidad las teorías marxistas, pos-marxistas y liberales, abarcando disciplinas que van desde la economía hasta los estudios culturales.

En materia política ha participado del Movimiento Libertario de Bogotá y en diversas organizaciones sociales y educativas.



Colabora con el legendario periódico bogotano El Espectador, entre otros medios de comunicación.



Argentina, Paraguay, Colombia, Venezuela, Bolivia, Brasil. Son cada vez más los países de América Latina donde la derecha política ha triunfado en las contiendas electorales recientes (algunas presidenciales, otras parlamentarias) ¿Cómo se explica este giro de los votantes?



Ante todo, hay que observar que, a pesar de esos triunfos, la izquierda todavía gobierna en varios países de la región (Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Brasil) y no en todos es evidente que la derecha le vaya a  arrebatar el poder. En Venezuela, desafortunadamente, la derecha va a tener que sufrir mucho más antes de suceder a Maduro. Además, en algunos casos, específicamente en Ecuador y Bolivia, lo que sucedió es que el poder legislativo le cerró la puerta a nuevas reelecciones (y está bien: el caudillismo, sea de izquierda o de derecha, no es saludable para la democracia). Por eso yo matizaría la afirmación de que hay un giro a la derecha. No obstante, hay un desgaste de los gobiernos de izquierda. En Bogotá, que es un caso que conozco bien, los ciudadanos estaban cansados con las políticas del exalcalde Gustavo Petro, quien estaba muy preocupado por causas como la pobreza y el calentamiento global, pero descuidó la movilidad y la seguridad, dos de las tres cosas que más les importan a los bogotanos según las encuestas. Por esta razón, el año pasado, en las últimas elecciones, castigaron a la izquierda –que venía gobernando desde 2003- y eligieron a Enrique Peñalosa, un político que no creo que sea propiamente de derecha, pero que estaba aliado con los políticos tradicionales y claramente representaba un modelo diferente de ciudad. Este caso muestra que, cuando la izquierda no tiene en cuenta los intereses de los ciudadanos, los ciudadanos se le rebelan. La misma idea aplica para otras situaciones.       



El del PT en Brasil se consideraba un modelo mixto que incluía elementos de corte socialista con un eje capitalista amigable con las grandes empresas. ¿Por qué la crisis económica y política que sacude al gobierno de Rousseff se asemeja a la que enfrenta Nicolás Maduro?



Esto se debe a que en ambos casos han salido a la luz casos de corrupción, un fenómeno que por fortuna los ciudadanos no toleran. La corrupción se traduce en desconfianza, crispación popular, y crisis, así los modelos de Brasil y Venezuela sean diferentes. Por lo demás, estos gobiernos han sido incapaces de resolver problemas económicos, como lo muestran los estudios y las cifras. 



¿Quiénes son los actores sociales privilegiados por las victorias de un presidente como Macri? ¿Usted considera que los gobiernos progresistas han cambiado el esquema distributivo?



Dicen en Argentina que Macri representa a los empresarios. No sé qué tanto esto pueda ser así. Las teorías de la conspiración no explican mucho. Un gobierno puede representar a pocos o a muchos. Depende de cada caso. Yo diría que para políticos como Macri es fácil y cómodo gobernar para los empresarios –pero eso no es lo mismo que representarlos- y hacer que ellos jalonen la economía. Yo me preguntaría más bien qué tan eficaz es un gobierno para solucionar los problemas políticos y económicos. Macri tiene la oportunidad de hacer un quiebre con el peronismo. Esperemos que no sea otro Menem más.  



¿La derecha nos traerá mayor libertad de mercado?



La derecha tradicional indudablemente ha impulsado la libertad económica en la región. Pero no veo a los gobiernos de derecha pensando en incrementar la libertad económica, entendiendo por ello desarrollar reformas para que todos los ciudadanos la puedan ejercer. A la derecha le gusta el capitalismo de amigotes: favorece a los empresarios para que ellos creen empleo y hagan crecer la economía. Podría hacer algo más, de modo que haya más competencia en el mercado, y cualquier ciudadano pueda soñar con llegar a ser un gran empresario, pero no quiere o no tiene la suficiente imaginación.  



Entonces, ¿Se han extinto los liberales? ¿Cómo se llega a subordinar la libertad individual a otros valores?



En absoluto. En los 80 y los 90 hubo un “revival” del liberalismo en América Latina. Entonces, figuras como Álvaro Vargas Llosa o Carlos Alberto Montaner se volvieron muy mediáticas. Actualmente, en varios países han emergido varios movimientos liberal-libertarios, los cuales son muchos más radicales y menos aliados con la derecha tradicional que los liberales de los 90s. Esto lo muestra muy bien Gloria Álvarez, que es una de las figuras libertarias más mediáticas. Me parece muy saludable lo que está pasando. Si bien no comparto muchas cosas de las que dicen los liberales libertarios, estoy con ellos en algunas otras. Por lo demás, están haciendo pensar a muchas personas. 



Respecto al autoritarismo en los países bolivarianos, ¿Por qué razón los latinoamericanos buscamos caudillos? Hemos cambiado demagogos de derecha (Fujimori, Menem, Collor de Mello) por demagogos de izquierda (Chávez, Kirchner, Correa) y ahora les decimos “basta”.



Nuestra cultura política es muy pobre. Nos enseñaron a pensar en términos revolucionarios. Nos transmitieron la pérfida idea de que debe hacerse una transformación revolucionaria de los países, que, claro está, habría de ser encabezada por un “hombre fuerte”. Claramente influido por Karl Popper, yo prefiero las reformas a las revoluciones. Los cambios positivos son graduales, no totales.      



¿La globalización desfavorece el rol de nuestros países en el “concierto de las naciones?



La globalización no debe ser juzgada de forma absoluta. No es ni buena ni mala. Tiene cosas positivas y negativas. El problema nuestro es que, con excepciones como Chile (y al parecer Perú), no hemos sabido aprovechar la globalización. Hemos sido exportadores de materias primas, no innovadores que transformen el mundo con nuevos productos y servicios. Solo por eso no tenemos peso en la economía mundial.    



Por último, ¿Cuál es su pronóstico en materia económica para los próximos dos años?



En la primera década de este siglo las economías de los países de América Latina dependieron demasiado de los commodities. Ahora la situación es diferente. En los próximos años habrá muchas dificultades, que serán más o menos graves dependiendo de lo que hagan los gobiernos. En Colombia, el panorama no pinta muy bien, pues Juan Manuel Santos parece estar queriendo remediar la situación incrementando los impuestos que creando las condiciones para que cualquier colombiano pueda crear riqueza.  



Por Benjamín Saldarria Prieto

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