Un horror

Asesinó a su mujer en un crucero y lo que quería hacer con su cuerpo indignó a todos

"La maté porque no dejaba de reírse de mí", argumentó el asesino.

El asesinato ocurrió en uno de los camarotes de un crucero que navegaba hacia Alaska y que había partido de Seattle, Estados Unidos. Más de 3.400 pasajeros y 1100 miembros de la tripulación viajaban en el barco que surcaba las aguas frías del Pacífico Norte. Pero nadie escuchó nada o no escuchó a tiempo para detener el crimen. Cuando el personal de seguridad llegó a la cabina D726 ya era demasiado tarde: una mujer yacía en el piso, con una herida grave en la cabeza, todo alrededor estaba lleno de sangre.



El hecho, publica TN, ocurrió el domingo pasado, luego de que Kenneth Manzanares, de 39 matara a su mujer, Kristy, bajo un argumento increíble: "La maté porque ella no dejaba de reírse de mí".



Según el personal de seguridad, luego de que Manzanares confesara el hecho tomó el cuerpo de su mujer e intentó arrojarlo por el balcón del camarote, aunque fue detenido antes de poder hacerlo. "Mi vida está acabada", dijo poco después.



"La maté porque no dejaba de reírse de mí", fue la increíble justificación de Kenneth Manzanares.



Tras el hecho el crucero de la compañía Princess Cruises tuvo que desviar su ruta hasta la capital de Alaska, Juneau.

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