La renuncia de J.J. López fue la crónica de un final anunciado

Fue la crónica de un final anunciado. El ciclo de Juan José López como entrenador de Juventud Antoniana ya venía desgastado y tocó fondo con la dura derrota sufrida en el clásico (ya había amagado con la renuncia luego de caer ante San Jorge en el Martearena). Ese resultado colmó la paciencia del hincha y ni siquiera la victoria ante Concepción pudo disimular el malestar reinante. El quiebre ya se había producido.

Más allá de que el Santo se encuentra en condiciones matemáticas de pelear por la clasificación (marcha tercero en la Zona 5, a dos puntos de Altos Hornos Zapla), el equipo no convenció en la mayoría de los partidos y sufrió más de la cuenta ante rivales a priori inferiores y con menores obligaciones. Otro punto que se le cuestionó hasta el hartazgo a J.J. fue la poca oportunidad que tuvieron en su ciclo los jugadores provenientes de la cantera del club.

A su favor, el saliente director técnico se va con la satisfacción de haber llegado a instancias decisivas en la temporada pasada (cayó en semifinales frente a Unión Aconquija), cuando muy pocos lo creían posible. Una campaña basada en los principales puntales de Juventud en los últimos tiempos: Juan Pablo Cárdenas, Gustavo Ibáñez y Gustavo Balvorín.

Si bien es cierto que muchas veces se reclama apoyar o sostener un proyecto en el tiempo, en el caso puntual de López la situación parecía insostenible y el mismísimo entrenador se dio cuenta que había que descomprimir un ambiente que no era el ideal. En ese sentido, puede considerarse como un gesto de grandeza su salida. Evitó en defintiva tensar la soga más de la cuenta.

Por otra parte, la dirigencia antoniana se ahorró un gran dolor de cabeza. López tenía contrato hasta mediados de 2017 y con su renuncia les evitó tomar una decisión que hubiese implicado una erogación económica imposible de afrontar. Más aún teniendo en cuenta que ahora deben buscar un reemplazante. Todo en el marco de un clima especial que se vive en la Lerma y San Luis, con la Asamblea Ordinaria a la vuelta de la esquina.

¿El próximo director técnico de Juventud será un hombre del riñón o un foráneo? Son interrogantes que la comisión directiva encabezada por José "Pepe" Muratore deberá dilucidar en las próximas horas. El Federal A sigue su marcha y no sobra el tiempo para lamentos. Con respecto al plano institucional, los socios antonianos tendrán la última palabra y darán su veredicto el 15 de diciembre.