Por festejar el triunfo de Boca

Guillermo Barros Schelotto le envió un mensaje al joven apuñalado

Eduardo Cicchino sigue en estado crítico tras ser herido en un bar de San Telmo.

Eduardo Cicchino sigue internado en grave estado en el Hospital Argerich. Tiene una profundalesión en el ventrículo izquierdo y mañana será operado nuevamente con el objetivo de ponerle una protección a esa zona. Ya hizo múltiples paros cardíacos y la sigue peleando. Pero no está solo en esa lucha. Familiares y amigos pasan día y noche junto a su cama. Y en las últimas horas, se sumó otro apoyo, emotivo y sincero, de parte de los dueños de la pasión de Eduardo: los jugadores de Boca.



Y principalmente, su cuerpo técnico, encabezado por el mellizo Guillermo Barros Schelotto. Todos esperan por la recuperación del joven de 26 años que tras el pase de Boca a las semifinales de la Copa Libertadores (venció por penales a Nacional el jueves pasado) recibió elpuntazo de una navaja en el corazón. Ocurrió en la puerta de un bar de San Telmo, donde Cicchino y dos amigos habían ido a ver el partido.



Además del Mellizo, los volantes Adrián Cubas y César Meli mandaron sus saludos y palabras de apoyo en el mismísimo vestuario de la Bombonera. Mientras tanto, cada parte médico es clave para la esperanza de familiares y amigos.



"Eduardo ha dado respuestas positivas en las últimas horas, algunos resultados de exámenes clínicos fueron buenos. Eso nos da esperanzas. Está vivo de casualidad. Es un toro y va a salir adelante. Hoy nuestra preocupación es estar a su lado, tocarlo, estar cerca, aunque esté dormido. Estamos acongojados", contó Marcelo, padre de Eduardo, este fin de semana a los medios.



 



El hecho tuvo lugar después de la dramática definición en la serie de penales, que clasificó a Boca a las semifinales de la Copa Libertadores. En el bar Seddon, en Chile y Defensa, Eduardo y dos amigos miraban el partido cuando un hombre de unos 50 años comenzó a hacer comentarios contra Eduardo y sus amigos. El tono agresivo fue subiendo. "Bosteros de mierda, los voy a matar", llegó a decirles.



Cuando el partido terminó, los tres amigos salieron del bar. El hombre los siguió. Ya en la vereda, los tres amigos decidieron pedirle al agresor que dejara de gritarles, pero en vez de calmarse, empeoró. Sacó de entre sus ropas una navaja y le pegó un puntazo en el pecho de Eduardo.



Algunos testigos, los dos amigos de Eduardo, incluso los mozos, intercedieron y retuvieron al agresor. El hecho fue caratulado como "intento de homicidio" y es investigado por la fiscal Marcela Sánchez.El hombre quedó detenido en ese preciso momento y luego se negó a declarar.

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