El que se quema con zapallo, sopla hasta la sandía…

Los tres grandes del fútbol salteño navegan por aguas grises desde hace años. Juventud y Gimnasia en el Federal A, Central Norte en el B. Y los vecinos acentúan nuestras miserias: Gimnasia de Jujuy y San Martín de Tucumán en la B Nacional, Atlético Tucumán en Primera y en la Copa Libertadores.

Nosotros, desde aquí, soñamos con subir, pero no sabemos cómo. Eso sí, todos los años promocionamos los clásicos con el argumento de que, esta vez, el ansiado ascenso se puede dar. Y desde hace varios almanaques tenemos idénticas frustraciones.

Un viejo adagio reza: “el que se quema con zapallo, sopla hasta la sandía”. Una porción de los hinchas cree, alimenta sus sueños y nadie les podrá quitar de sus cabezas el convencimiento que este año van a dar el golpe y acabarán con la malaria.

Otro sector es más escéptico porque es más realista. La pregunta es: ¿que modificaron los clubes en sus planificaciones para dar indicios de que pelearán el ascenso? Desde mi punto de vista, nada, repitieron viejas fórmulas y ya lo dijo Einstein alguna vez: “si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.

Hoy el Martearena tendrá un buen marco en el clásico entre Juventud y Gimnasia. Los hinchas sueñan con un triunfo porque, al cabo, ganar esta clase de  partidos se convirtió en la única alegría del torneo, ya que los ascensos suelen pasar de largo.

Ojalá que esta vez tengamos un final distinto, más allá del clásico de esta tarde y que tanto Santos como Albos puedan pelear hasta la última fecha con alguna chance de tomar el ascensor, y sacudir de una buena vez la modorra que envuelve a nuestro fútbol desde hace una punta de años.