Miles de salteños disfrutaron de Las Pelotas y otras bandas en el Personal Fest

La gira de verano del Personal Fest pasó por Salta y dejó un recuerdo imborrable, de esos que se agigantan con el tiempo y cobran dimensiones míticas. Las Pelotas cerró la jornada que habían iniciado las salteñas Gauchos de Acero y Perro Ciego (grupo histórico, en la línea de las bandas stones) y que luego continuó La Franela, con un show que paseó al público por todos los estados posibles: euforia, melancolía, rabia y esa sensación de estar viendo -y viviendo- a una banda en estado de gracia.

Según consignó el periodista Sebastián Espósito de La Nación, desde temprano la lluvia amenazaba con dejar su marca. Los cerros se escondían detrás de una cortina espesa, oscura y amenazante. Pero una leve e imperceptible llovizna no hizo más que desafiar al público que se acercó en gran número -cerca de 20 mil personas- al predio, el Centro de Convenciones, a siete minutos del centro de la ciudad.

Ese "siento luego existo" del comienzo de un set de dos horas fue el norte que marcó el rumbo. La propuesta de una banda que lentamente va camino a cumplir los 30 años de trayectoria requiere de una participación activa del público. No es precisamente repetir hasta la automatización las prácticas de las últimas décadas. Las banderas flameando incansables aportan al colorido festivalero, pero no son el nudo del show. Lo que el grupo capitaneado por Germán Daffunchio persigue es la sensibilidad. Conectarse con ella, compartir emociones y armonizar con su propuesta es vital.

"Si supieras", "Transparente", "Bombachitas rosas", incluso "Blanca Nieves" fueron entrando y saliendo de la lista como esos bombones exquisitos que uno guarda para momentos especiales. Antes y después de ellos la lista de canciones se consolidó con lo más nuevo de su repertorio, con el material de sus últimos dos discos, "Cerca de las nubes" y "Brindando por nada". Y ahí está la prueba de su gran presente: canciones robustas, en las que se lucen todos: la base histórica que componen Gustavo Jove en batería y Gabriela Martínez en bajo; los teclados de Sebastián Schachtel, las guitarras de Tomás Sussmann y Germán Daffunchio y los aportes en vientos y percusión de Alejandro Gómez.

"Era", "Como una estrella", "Quizás no puedas" son los nuevos clásicos de Las Pelotas e, incluso, aquellas canciones llamadas a desplazar a las históricas. Pero esas son elucubraciones de periodista. Lo cierto es que en la noche de sábado de Salta la sensación es que nadie quiere irse del lugar. Y los músicos son los primeros en comunicarlo. Con "Capitán América" (con dedicatoria al presidente norteamericano Donlad Trump y los músicos de La Franela haciendo coros) intentan el cierre formal. Vuelven para arremeter con "Shine" y con un clásico de Sumo, "El ojo blindado". Y ahora sí se van. Pero no tanto. "Uva uva" y "Sin hilo" son la yapa de la yapa. La alegría se palpa en la noche salteña. Se siente, para ser más precisos y justos con una banda que vive de eso, de fuertes sentimientos.