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Imperdible: a más de 50 años La Patota regresa al cine salteño

Más de cinco décadas la separan de su original. El film es una invitación a pensar y requiere de un espectador activo.

La película dirigida por Santiago Mitre, que obtuvo el Gran Premio de la Semana de la Crítica y el FIPRESCI (Federación Internacional de Críticos de Cine) en el Festival de Cannes llega hoy a los cines salteños, siete días después de su estreno en Buenos Aires.

Protagonizada por Dolores Fonzi , Esteban Lamothe, Cristian Salguero, Verónica Llinás y Oscar Martínez, es una remake de su homónima de 1960. Hace 55 años, la historia fue dirigida por Daniel Tinayre y encabezada por Mirtha Legrand. En 2015, la reversión actualizada del guión estuvo a cargo de Santiago Mitre y Mariano Llinás.

Hasta aquí, los datos objetivos de esta realización que transita la historia de Paulina.

Ella es una joven abogada que retorna a su ciudad natal donde su padre, Fernando, es juez. Pero su verdadera vocación no es el derecho, sino la docencia y, con su padre en contra, decide dar clases en una escuela rural. En ese contexto, volviendo a su hogar de noche, es víctima de una violación que desemboca en embarazo.

Quien ha visto la cinta original, no encontrará demasiadas diferencias en el argumento. Sin embargo, las elecciones de Mitre son absolutamente distintas a las de Tinayre, quien se enfocó en una visión cristiana de la vida, el perdón, el amor y el arrepentimiento. En este último punto radica una discusión interesante: los agresores del film más moderno no muestran remordimiento explícito por lo que han hecho, así se mezclan las categorías de víctima y victimario en un panorama que los iguala y que merece una reflexión.

El film de Tinayre tiene un cierre clásico donde la profesora enseña una lección. Mitre, pareciera dar a entender que no hay posibilidad de cambio. Prerrogativas de clase, justicia por mano propia –o no-, las urdiembres del poder en los pueblos chicos y una mujer violentada con reacciones inesperadas, y hasta incómodas, son algunas de las cuestiones que aparecerán en la pantalla grande y que ameritarán, seguramente, un debate posterior entre los espectadores.

Con una fotografía y actuaciones destacables, Mitre se apropia del guión a su modo y lo hace sin complacencias y con una necesaria distancia respecto del original. Violencia de género, desigualdad social y respuestas que escapan a los lugares comunes. "La patota" muestra cómo volver a contar una realidad compleja para repensar soluciones posibles, es un cine que requiere de receptores críticos y activos y que invita al análisis de problemáticas que nos tocan de cerca.

 

Fuente: Bla Blax

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