Incomprable

Ropa cara: por qué los impuestos empeoran la situación del sextor textil argentino

De acuerdo a un informe el sector se encuentra ante una "gran encrucijada" ante el elevado precio de las prendas en la Argentina y la caída de las ventas.

De acuerdo a un informe de la consultora Invecq, la industria de la indumentaria se encuentra actualmente ante una “gran encrucijada” ya que “la elevada presión impositiva ha logrado que, a pesar de la protección que ha gozado el sector, toda la cadena de valor de la indumentaria se encuentre hoy en crisis por caída de ventas y pérdida económica, producto principalmente de que la ropa en Argentina ha quedado como una de las más cara del mundo”.



De acuerdo al informe, la difícil situación de la industria, que de acuerdo al INDEC acumula una caída en lo que va de 2017 de 20%, encuentra su raíz en factores que van más allá de la contracción económica nacional sufrida desde 2016 y el éxodo de potenciales clientes a los precios más bajos de países vecinos.



Según detectó la consultora, a nivel agregado el resultado muestra que los impuestos propios de la cadena de valor (son parte de la cadena de valor de manera directa) representan el 41% del valor de la prenda: de cada $650 que un consumidor paga por una remera, $268 corresponden a impuestos directos de la cadena de valor.



Esta situación se da principalmente porque hay determinados impuestos, como los ingresos brutos y el impuesto a los débitos y créditos, que se dan de forma de cascada sobre la cadena de valor. Esto es, cuanto más eslabones tenga la cadena, más incidencia tendrá ese tipo de impuestos. 



Pero además de los impuestos directos de dicha cadena de valor, dentro de los gastos administrativos, comerciales y financieros, hay muchos proveedores que también tienen que pagar impuestos por sus actividades y negocios.



Con excepción del IVA que lo paga el consumidor final, ya que es un impuesto que se traslada hasta el final de la cadena, cada uno de los proveedores que está dentro de estos gastos paga también todos esos impuestos mencionados. La incidencia impositiva adicional es del 25% sobre los $260 correspondientes a esos gastos, o sea, $ 65 más de impuestos extra cadena de valor o indirectos (en el sentido de que son impuestos de otras cadenas productivas).



Teniendo en cuenta entonces todos los impuestos, el total de la carga tributaria de la remera asciende a $333, lo cual representa el 51,2% del valor de la prenda.



Por lo tanto, podemos concluir que, en términos generales, los impuestos representan más de la mitad del precio de una prenda. Para decirlo de otro modo, de cada dos pesos que se pagan por una remera, un poco más de uno corresponde a impuestos.



“La situación del mercado de indumentaria en Argentina es sumamente delicada. Estado, empresarios y comerciantes deberán replantear las reglas de juego de este mercado para revertir esta situación. Si no hay cambios estructurales, el mercado se seguirá comprimiendo y muchas empresas y comercios se verán forzados a cerrar operaciones. El mercado de indumentaria está, claramente, en el triángulo de las bermudas”, concluye el informe.

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