Un bajón terrible

Estudiante jujeño contó la pesadilla que vivieron por las autoridades de la Fiesta de los Estudiantes

El presidente de la Comisión Estudiantil de la Fiesta Nacional de los Estudiantes relató todos los papelones que tuvieron que sufrir desde que se organizó la edición 2016.

Franco Dorado, presidente de la Comisión Estudiantil de la Fiesta Nacional de los Estudiantes publicó una extensísima carta en su perfil privado de Facebook, donde testimonió todo el año de trabajo que desencadenó en la edición número 65 de la fiesta más importante de Jujuy.



Desde un principio relató la casi nula relación que mantuvieron con el presidente del Ente Autárquico Permanente, Marcelo Ponce y la falta de diálogo para la toma de decisiones en una fiesta que es de los jóvenes. Señaló que nunca pudieron conocer el presupuesto con el que se contaba para la realización de la fiesta, "desde el primer momento se nos negó conocerlo de parte del Presidente, porque éramos "chicos” para manejar esos temas. Desde ese momento, entendimos cómo nos estaban subestimando. Entendimos que no nos iban ni siquiera a contar cómo se administraban los recursos para hacer una Fiesta que, supuestamente, hacíamos en conjunto”.



Denunció que fueron dejados de lado en "grandes decisiones”, como el cambio a la Ciudad Cultural o la implementación de tecnologías Led, aunque coincidió en que eran cambios justificados y con razones entendibles, pero reclamó la falta de búsqueda de consenso para temas importantes. Esto "demostró que los estudiantes NO somos verdaderos protagonistas de nuestra Fiesta”, y reconoció que no duda de la palabra del gobernador Morales quien muchas veces les dijo personalmente que son los protagonistas e inculpó al presidente del Ente, Marcelo Ponce de "ocultar lo que sucedía puertas adentro”. A partir de allí, señaló, fueron dejados de lado por "ser muy chicos”; y desde ese lugar planteó situaciones en las que todo el tiempo se puso en juego si eran tan chicos o no, para afrontarlas.



En el último tramo antes del inicio de la fiesta del presente año, dijo que fue donde se dieron situaciones por lo pronto, confusas. "Fue donde empezamos a tener los primeros golpes. Uno de los primeros, por el retraso de los materiales para implementar la Tecnología LED, (…) pero lo más duro fue durante la semana de los Desfiles de Carroza. No fuimos muy chicos para tener que dar la cara después del primer desfile suspendido por la falta de condiciones en el predio de la Ciudad Cultural. Tampoco para quedar expuestos ante el enojo, justificado pero mal dirigido, de profesores asesores, carroceros y la sociedad en general. Porque eran los chicos a los que represento, los chicos de la Comisión Estudiantil, y que a su vez representan a todos los colegios, los que durante esa terrible noche estaban en todo el predio corriendo de un lado a otro buscando socorrer a sus compañeros, repartiendo bolsas de residuos que era lo único que teníamos a mano, sacando incluso de contenedores, tratando de pechar carrozas y todo después de haber también recibido muchas quejas durante lo que fue el desfile de esas 26 carrozas que pasaron hasta la suspensión por la lluvia”, relató e hizo referencia a una situación particular donde los adolescentes se reunieron en una carpa, bajo la lluvia y donde todos lloraban "por toda la situación completamente desbordada que vivían. Porque más allá de todo, ellos tenían 16, 17 años y salían a dar la cara. Voluntariamente, sin tener que recibir nada a cambio. Recibían los gritos, las amenazas y todo mientras alguien que ni la pena merece nombrar, se iba”, en clara alusión a Ponce.



"Desde ese día, nada fue igual. Algo cambió dentro mío y de muchos de los chicos. Habíamos perdido ese sentido de pertenencia con el Ente”, reseñó entre muchas otras tristes anécdotas de la 65° edición de la FNE

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