Buenos Aires

Alumnos de escuelas técnicas arreglan las sillas de ruedas abandonadas del Pami

Estudiantes reparan algunas de las unidades que la nueva gestión encontró abandonadas y destruidas en galpones.

A principios de mayo, el titular del PAMI, Carlos Regazzoni, denunció que encontraron cerca de 16 mil sillas de ruedas que estaban "arruinándose en galpones" de la obra social de los jubilados. La gestión anterior las había abandonado y las unidades que tenían que llegar a los abuelos terminaron en condiciones deplorables. A través de un acuerdo, alumnos de cuarto a séptimo año de escuelas técnicas las reparan para que lleguen a quienes más lo necesiten.



Además, son los mismos estudiantes los que deciden a quiénes les entregarán las sillas arregladas. La elección se hará después de un relevamiento en los hogares de abuelos de la zona.



El Instituto San Bonifacio y el Centro de Formación Profesional N°401 de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora es uno de los colegios que lleva adelante este trabajo. Recibieron 20 sillas que están en proceso de renovación. 



Ezequiel, profesor del Taller de mantenimiento, coordina los trabajos de alumnos de 4to, 5to, 6to y 7mo del Instituto. "Evaluamos el trabajo que hay que hacerle a cada silla. Si faltan piezas se hace en el propio taller", contó a TN. Participan adolescentes de todas las edades y de todas las especialidades. "Hay chicos de electrónica y de construcción".



Los alumnos se sienten "orgullosos y contentos" de poder participar en el proyecto. Desarman, lijan, pintan, arreglan y las dejan como nuevas. "Queremos que las personas que las usen se sientan cómodas", aseguró uno de los chicos de quinto año del San Bonifacio.



"Mi abuela Alicia está en un hogar de ancianos y una compañera de ella me contó que hace 5 años espera una silla de ruedas para su hija", relató otro estudiante. Ya está decidido. Una de las unidades que está reparando irá para la amiga de su abuela. "A la gente mayor no se le puede negar nada. Ellos ya dieron todo por nosotros y es lindo poder devolverles algo", reflexionó el chico de 16 años con una sonrisa inmensa en su cara. 

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