nota curiosa

Según dicen, asustan a los socios en el club El Círculo

Muchos optaron por acortar las interminables tertulias en las mesas de póker, loba rebote y truco, para regresar temprano a casa.

Sillas que se mueven solas, cartas que desaparecen, sombras que se proyectan repentinamente en las paredes, mesas que se deslizan, son algunos de los avatares a los que se enfrentan los socios del añejo Club Deportivo y Social El Círculo, de Salta capital.

Esta situación tiene a mal traer a los jugadores de loba rebote, póker, truco y dominó, que suelen quedarse hasta altas horas de la madrugada en el primer piso del edificio ubicado en General Gemes, entre Mitre y Balcarce.

Algunos atribuyen estos espantos a las almitas de los antiguos socios de la institución, casi centenaria, que se resisten a abandonar las mesas de juego. Hasta hay quienes aventuran que estarían de regreso para cobrar viejas deudas.

No son pocos los testigos de estas manifestaciones de ultratumba. Rodolfo, uno de los habitué del lugar, contó a El Tribuno: "Tarde, por las noches, suelen escucharse silbidos que entonan melodías de antiguas canciones como La ley y la trama, Una carta mi amor, Me dejaron seco o El fantasma de Canterville, entre otras. Lo más llamativo es que no hay nadie más que nosotros, los que solemos quedarnos sobre el paño en la ronda de loba. Muchos optaron por volver más temprano a sus casas, para no sufrir este tipo de espantos".

Los más escépticos, como Carlitos, sostienen que las supuestas apariciones son solo excusas de algunos socios para cumplir las órdenes de sus esposas que les marcan el horario de regreso al hogar. Otras, en cambio, les exigen que alarguen su estadía en el club, por razones obvias, especuló Carlitos. Lo cierto es, que son cada vez más los hombres que aseguran que en las salas de juego de El Círculo pasan cosas raras. Así lo afirman socios como Gonzalo, Pica, Pimba, Mudo, Tartancho, Turquito, Tripa, Richard, Sordo, Muerto, Datilito, Nino, Pilín, Piquín, Uruguayo, Los Peladitos González, Manuel, Luisito, Darío, Salitas, el Generoso Rogelio, el Renegón Boquita, Jah Jah, Poli, Fredy, Pepe, Topo, Cuchi, Pancho, Sami, Rubén Humberto, Zapato, Palo i Bombo, Pino, Gallego, Moisés, entre otros tantos. A estas alturas, muchos piensan en hacer una vaquita para contratar un brujo o convocar a un cura párroco para que limpie el lugar y le de a esas almitas en pena descanso eterno, lejos de las mesas villar, truco y loba, en las que los hombres salteños suelen pasar interminables horas en sus momentos de ocio.

El último susto

La semana pasada, estos sucesos extraños que los socios de El Círculo atribuyen a seres extraterrenales llegó a mayores. Tanto, que el encargado de la institución dio aviso a la policía. El Tuerto Ramón, como lo llaman, contó que luego de finalizada una jornada de intensas actividades y de revisar las instalaciones se disponía a cerrar las puertas del edificio, cuando por razones inexplicables se prendieron las luces de los salones de juego que se encontraban ya a oscuras y desérticos. "Me di un susto bárbaro. No se bien qué pensé, pero atiné en un primer momento a cerrar todo y dar aviso a la policía que acudió inmediatamente al lugar. Luego revisamos cada rincón y ni un alma encontramos en el club. Esto es demasiado extraño. Hace varios días que no pego un ojo y la situación me tiene tenso", explicó el trabajador a los socios.

Fuente: El Tribuno

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Mundo Bizarro