Mal momento

La tendencia que impuso Gimnasia: festejar cuando no recibís goles en contra

Es tanta la pobreza que tiene el equipo y la psicosis que le quedó después de las dos goleadas en contra, que sus jugadores se mostraron satisfechos por el cero a cero de local. Increíble, pero real…

Debe ser complicado estar en la piel de los jugadores de Gimnasia y Tiro, seguramente. Porque una cosa es asistir desde afuera y ser testigo de una de las peores campañas del equipo en un torneo Federal, y otra es vivirlo en carne propia.



Luego del empate ante Crucero, distintas sensaciones se cruzaron por el alma de los componentes del plantel Millonario. Hubo jugadores que cuestionaron por lo bajo el plantel: “necesitábamos atacar pero no teníamos gente arriba”, mientras que otros, resignados, ponderaban el hecho de no haber recibido goles en el arco propio.



Ya lo había dicho el Tano Riggio en la semana: “lo fundamental será no recibir goles en nuestro arco”, y armó un equipo y dispuso un planteo consecuente con su discurso: puso un solo punta en cancha. Y aunque la cantidad de delanteros no determina la agresividad de un equipo, si lo hace la predisposición mental de sus hombres. Y como Gimnasia venía siendo cacheteado con frecuencia, a punto tal que en dos jornada el equipo había cosechado 10 goles en contra, en este contexto se entiende la postura de celebrar el “cero”.



Si un equipo viene empachado de goles en arco propio, para curarlo se debe empezar por recuperar la confianza, y el camino es empezar con el arco propio cerrado de cara al camino que deberá recorrer en los play offs.



Desde esta ventana se entiende la “satisfacción” de Gimnasia y Tiro. Si venís de dos fechas catastróficas, no está mal retirarse con la valla invicta aunque sea en 90 minutos. Y lo que para muchos puede significar “un gesto chiquito”, para el plantel representa un paso importante, desde su propia óptica, claro está.



El mal de Gimnasia es contagioso, y se expande. Porque Arraya, que vino a ser parte de la solución, se mimetizó y hoy es una porción de un mismo problema. El delantero aporta poco y nada y más son las veces que se fastidia con sus compañeros que las ocasiones en la que se ve que pone voluntad para salir del pozo junto al resto.



Planteadas así las cosas, no se sabe a ciencia cierta si algunos integrantes del plantel no ven la hora de salir adelante, o no ven la hora de que les abran la puerta de salida para tomarse el palo y escaparle a este magro presente.





 

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