¿Y dónde está el presidente?

El fracaso viene siendo un tema controversial en los últimos tiempos. Existe mucha gente que se niega a usar esa palabra ya que afirma que su connotación termina siendo negativa y destructiva. Sin embargo, el fracaso es un proceso necesario en la vida de cualquier ser humano o institución, y se debe aprender del mismo para evitar otro fracaso. Es más, los fracasos son mucho más productivos que los momentos en los que el éxito nos invade. Es en este contexto en donde se ve un buen líder. En tiempos de crisis aparecen esos conductores que por su actitud y aptitud pueden hacer resurgir una institución desde las cenizas. No es el caso de Central Norte ya que muchos se preguntan dónde está el presidente, después de su enésimo fracaso al frente del club.

Una de las primeras razones por las cuáles surge el interrogante de la presencia del presidente “cuervo” es el destino de la institución. Ni siquiera algunos de los pares de la comisión directiva saben que rumbo tomará el club. Es cierto que muchos se empeñan en resaltar la participación del club en la Liga A2 de Volley para maquillar el fracaso futbolístico. Dicho proyecto es valioso, pero se debe aclarar que nunca fue prioridad para el presidente, por más que muchos sectores de la prensa se empeñen en afirmar lo contrario.

El reclamo de socios que no pudieron entrar con entrada en mano a la final frente a Racing de Córdoba, es otro de las razones por las cuáles el presidente debería dar la cara y no esconderse como lo viene haciendo después de la derrota frente a los cordobeses. Ante la negativa de ser escuchados en el club, muchos socios tuvieron que ir a denunciar al club en defensa del consumidor para que sus pedidos puedan ser escuchados. Lamentablemente y a pesar de dicho reclamo, los socios aún no recibieron compensación alguna.

Las deudas individuales con cada jugador del plantel de primera división también ameritan la respuesta de un presidente ausente. Muchos de los integrantes del equipo quedaron con deudas en sus haberes, más allá de lo recaudado en final. Es más, durante la competencia, el presidente fue ayudado por referentes como Maino y Ceballos que públicamente manifestaron que ponían de sus bolsillos para ayudar a los jugadores que no tenían ni siquiera para ir a entrenar.

Central Norte tiene un presidente legal pero no legítimo. La legalidad se la da la adecuación a un acto eleccionario perfectamente controlado por las autoridades de personas jurídicas. La legitimidad, sin embargo, es reconocida por la propia comunidad. La comunidad es  esa gran masa de hinchas y socios cuervos que no legitiman la autoridad del actual presidente, quien más que un líder es un oscuro personaje que está haciendo de Central Norte y club cada vez más chico.