Pobrecita

Tutú, abdominales y violencia: la tristísima infancia de Flor Vigna

La historia de la bailarina y gimnasta que se consagró en Combate y ahora es bicampeona del Bailando por un sueño.

Flor Vigna volvió a coronarse como la ganadora del Bailando por un Sueño, luego de sufrir las renuncias de sus dos compañeros de baile: Pedro Alfonso y Agustín Casanova. Así, a diferencia del año pasado, la joven nacida en el programa Combate superó en el teléfono a Federico Bal y a Laurita Fernández con el 50,09% de los votos y se hizo con el trofeo por segunda vez consecutiva, igualando el récord de Hernán Piquín y Noelia Pompa.



Si bien el jurado del certamen de baile (Moría Casán, Pampita, Ángel de Brito y Marcelo Polino) se inclinó por el hijo de Carmen Barbieri y su bella novia en lo estrictamente referido a la danza –le ganaron a Vigna 4 a 3 en la primera ronda, luego de sortear los cuatro diferentes ritmos– la palabra final quedó en manos del voto telefónico, donde Flor volvió a demostrar su condición de "imbatible". 



La actual bicampeona del Bailando se define como una luchadora y desde su primera coronación en el programa más visto de la tele no olvida las largas tardes en las que bailaba en su casa a pesar de su dura infancia. Se crió en el barrio Floresta, en un entorno donde era habitual la violencia familiar. La ausencia de su padre, distintas crisis económicas y la vida en una pequeña casa todo lo agravaban.



“Estuve en el estudio de Ideas del Sur para grabar el Canta Si Puedes y me visualicé como participante de Showmatch”, confesaba en una entrevista Vigna hace varios años atrás. Ganó la final del Bailando junto a Pedro Alfonso en 2016 y este año volvió a repetir junto a Gonzalo Gerbergracias a su perseverancia. Una historia de lucha, progreso y tenacidad.



“Recuerdo a esa niña de 5 años que bailaba Lari-larie de Xuxa o los temas de Caramelito pase lo que pase. A esa adolescente que esperaba fin de año para la muestra en el club de coreo, como si fuera el Luna Park de su vida. A la piba que se levantaba a las 7 am para cubrir su beca en la Academia y no paraba de tomar clases y ensayar hasta la 1 am", escribió a mediados de 2016, como parte de agradecimiento a sus fans.



“Soy una apasionada, quien se esfuerza para conseguir lo que quiere y a fin de cuentas agradece a la vida por lograrlo”, agregó.



Tuvo una infancia difícil. Florencia fue testigo de momentos de peleas, golpes y violencia psicológica. Su madre se dedicó a trabajar en un pequeño comercio que, con esfuerzo, logró sostener. Cada uno de sus ingresos era ahorrado, ya que tenían la necesidad de conseguir una vivienda más cómoda para todos y, claro está, no fue una tarea simple.

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