Central tiene la obligación de pasar, Pellegrini tiene la ilusión de estar en la final

Desde lo futbolístico, se convirtió en un duelo parejo más allá de la diferencia que consiguió Pellegrini en el partido de ida. Pero desde lo emotivo, es un partido sin equivalencias. La razón es sencilla: Si pasa Central Norte no pasará nada, más allá de la tristeza y frustración que envolverá al club de Villa Cristina. Pero si el Cuervo no pasa, la onda expansiva será mucho mayor.

Habrá que ver cuánto pesa esta circunstancia en esta final. Con un equipo como Central Norte obligado a marcar, mínimo, dos goles y esta faceta es quizás la más complicada, porque en los tres partidos de play offs (dos de Telleres y con Pelle) marcó uno solo. Puntano y Reyes, ausentes en el compromiso anterior, son la esperanza de la gente, que puedan coronar las jugadas que hilvanará el equipo para inquietar al Gato Pérez.

Del otro lado, del Adoquinero, se plantea la duda: ¿cómo responderán sus jugadores a tamaño compromiso? Pellegrini es la Cenicienta, sabe que tiene todo para ganar y poco para perder, pero en algunas ocasiones los equipos que pertenecen a este linaje de “quipo chico”, los gobierna el espanto por la responsabilidad. “No será el caso nuestro”, refutan desde las entrañas del plantel Adoquinero.

Lo único que resta es implorar para que nada pase, que todos puedan volver a sus casas bien más allá del resultado, tanto en la felicidad de la victoria o en la amargura de la derrota. Salta se merece estar en una instancia decisiva por el ascenso, y ojalá que este momento no se vea empañado por cosas extradeportivas.

Los equipos:

Central Norte: Maino, Ruddler, Turus, Formaggioni, Armella; Vargas (o Guzmán), Galarza, Ceballos, Rojas; Puntano, Reyes.

Pellegrini: Pérez; Guanca, Girón, Gutiérrez, Rivera; Vilca, Ramadán, Ramos, Silveira; Mompó De Pauli.