Santiago del Estero: Una familia secuestró, violó y descuartizó a un nene
Tras las investigaciones, se descubrió que el menor fue colgado de un alambre, desde donde lo desmembraron con vida.
Cuatro hombres y una mujer, directora de una escuela, fueron detenidos tras ser considerados sospechosos de haber secuestrado, violado y descuartizado durante un ritual satánico a un niño de 11 años en la localidad santiagueña de Quimilí. Según detallaron fuerzas policiales, se halló un altar satánico dentro de una vivienda, en la que habrían torturado a la criatura.
Casi todos los arrestados integran una misma familia, y fueron identificados como Miguel Ángel Jiménez (58), alias "El Brujo"; su esposa, Arminda Lucrecia Díaz (57), directora de la Escuela 1214 y docente del Profesorado Secundario para Adultos; su hijo, Alfredo Daniel Albarracín (40) y Pablo Ramírez (38), alias "El Loco", todos con residencia en esa ciudad, informa Télam.
La jueza a cargo de la causa, Rosa Falco de Rainieri, dijo a la prensa que Mario Agustín Salto "fue asesinado durante un ritual satánico" e informó que en la casa de "El Brujo" Jiménez se encontraron "muchísimas evidencias" que permitieron "comenzar a aclarar la causa". "Hemos encontrado muchísimas evidencias que nos demuestran que Marito ha sido víctima de un crimen ritual, se puede afirmar", destacó Falco.
En un reciente informe elevado por forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se logró determinar que Mario fue violado y, tras ser colgado con un alambre, fue descuartizado con vida.
De la investigación, que lleva más de un año, participaron también efectivos de la policía de Río Negro, de San Luis y de la Policía Federal, quienes realizaron rastrillajes con perros adiestrados que señalaron la casa de Jiménez, donde se descubrió un altar en el que se realizaban ritos diabólicos.
Según informa Crónica, la jueza Falco de Rainieri es la tercera magistrada que interviene en la causa, en la que hay otros tres detenidos: Rodolfo “Rody” Sequeira, acusado del secuestro del niño; David Tomás Sosa, quien inicialmente apareció en la causa como un testigo de "identidad reservada", y Ramón "Burra" Salvatierra, acusado de encubrimiento y con arresto domiciliario.
El menor fue hallado asesinado, violado y descuartizado el pasado 2 de junio de 2016, 48 horas después de ir a pescar a una laguna de Quimilí.
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