Barras y poder

Cuando el Oso Pereyra pasó por Salta, siempre al lado de Rafa Di Zeo, ex capo de la 12

Siete balazos terminaron con la vida del barra. Mucho dinero en juego, conexiones con el poder y manejo de negocios millonarios conforman el paquete de “beneficios” de esta asociación ilícita.

El Oso Pereyra cobró notoriedad pública por salir siempre al lado de Rafa Di Zeo, ex líder de la 12, la facción más conocida y peligrosa del país. Cuando Boca vino a jugar a Salta por la Copa Sudamericana, el Oso Pereyra estuvo en la cabecera Norte del Martearena, siempre al lado de su ex jefe, Rafa Di Zeo.



En dos oportunidades se pudo ver en Salta el nivel de organización y los aceitados movimientos que despliegan los integrantes de la 12, que en aquellas ocasiones aterrizaron en Salta unos 70 integrantes, 50 de los cuáles llegaron en micro, y el resto en avión, que eran integrantes de la plana mayor de la hinchada a la que la Justicia calificó como “asociación ilícita”.



La 12 trajo todo el cotillón: flameadores, banderas enormes, instrumentos y hasta papel picado. Acamparon en el Xamena donde contaron con la colaboración de hinchas de Juventud, Gimnasia y Central Norte para armar el campamento y el asado gigantesco para toda la gente, mientras que la primera línea almorzó en el centro y se hospedó en los mejores hoteles.



Aquella noche del Martearena, a un hincha salteño se le ocurrió la mala idea de querer robarse un flameador. Cuando lo divisaron, uno de los jefes alertó a los otros: lo trajeron de los pelos…



La 12 factura al año unos 45 millones de pesos. El manejo de algunos puestos de comida en inmediaciones de la Bombonera; el cobro de estacionamiento mediante “trapitos” de la propia hinchada; tours por el barrio de la Boca de visitantes extranjeros que llegan a pagas 350 dólares por persona que incluye una recorrida por las entrañas del estadio, del museo y otros atractivos.



“Boca es una empresa, y nosotros somos parte de ella. La 12 llega a cada rincón donde juegue el equipo, porque Boca es el más grande del mundo y necesita ruido en las tribunas. Nosotros trabajamos de hinchas, si se puede decir así”, declaró Di Zeo en una nota que le hicieron en el Martearena.



Di Zeo estuvo preso, como otros tantos integrantes de la 12, que anoche perdió a otro de sus personajes más conocidos: el Oso Pereyra, acribillado de siete balazos en la casa de su madre. ¿La guerra comenzó?

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