Q.E.P.D.

"No podemos parar de llorar", el conmovedor mensaje de la familia de Justina

Tenía 12 años, sufría de cardiopatía congénita y esperaba un trasplante de corazón para vivir.

Con dolor la familia de Justina Lo Cane despidió a la nena, que tenía 12 años y murió mientras esperaba un trasplante de corazón. Justina sufría de cardiopatía congénita y había impulsado una campaña que tuvo una enorme repercusión para concientizar sobre la importancia de la donación de órganos.



"Con sus 12 años soportó y resistió, esperando. Soñando en su fiesta de cumpleaños el 9 de diciembre. Siempre apostando a salvarles la vida a los demás que estaban en su misma condición", la recordaron sus familiares en un conmovedor mensaje.



En la publicación, publica TN.com.ar, sus familiares también hicieron reclamos: "Por múltiples factores que afectan al sistema de salud argentino, nunca llegó la salvación para ella. Todos los que vivieron una situación igual lo saben. El sistema nunca juega a favor de los pacientes".



"Justina se fue sabiendo que su lucha le salvó la vida a muchos que esperaban un trasplante. No llegó su corazón. No lo encontraron. No podemos parar de llorar. Ninguna muerte es justa. Menos la de un niño. Justina está en el cielo. Desde allá nos está mirando", cierra el mensaje.



Justina había entrado en lista de espera del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) después de haber sufrido en julio último una descompensación por una cardiopatía que había adquirido al año y medio, tras padecer neumonitis.



La nena esperaba la intervención desde hacía tres meses, pero el órgano no llegó y su estado de salud se fue debilitando. Estaba internada en el Hospital Universitario Fundación Favaloro, donde murió.



Este es el mensaje completo de la familia de Justina

No podemos parar de llorar.



Se nos fue el sol.



Se nos fue Justina.



Esperó 4 meses y luchó, con todas sus fuerzas, para que llegara ese corazón.



Por múltiples factores que afectan al sistema de salud argentino nunca llegó la salvación para ella. Todos los que vivieron una situación igual lo saben. El sistema nunca juega a favor de los pacientes.



Justina solo tenía a su papá, a su mamá, a Cipriano y Ceferino, a sus tíos, a sus abuelos, a su familia, a los amigos de su familia, a sus compañeros del colegio, a sus maestros, a toda la comunidad, a sus médicos y a todos ustedes luchando por salvarle la vida.



Con sus 12 años soportó y resistió, esperando. Soñando en su fiesta de cumpleaños el 9 de diciembre. Siempre apostando a salvarle la vida a los demás que estaban en su misma condición.



Justina es un ejemplo de alguien que antepuso la necesidad de otros a su vida misma. Nunca quiso que pidamos un corazón para ella: "Papi ayudemos a todos los que podamos". Nuestra LEONA no quería que nadie pasara por lo que ella pasó.



Paola y Ezequiel dieron todo por su hija. Lucharon para intentar salvarla convocando a miles de argentinos en esta campaña que llamamos La Campaña de Justina. En su dolor, les envían un abrazo gigante. #Multiplicatex7 #LaCampañaDeJustinaDesdeElCielo



Justina se fue sabiendo que su lucha le salvó la vida a muchos que esperaban un trasplante. No llegó su corazón. No lo encontraron.



No podemos parar de llorar. Ninguna muerte es justa. Menos la de un niño. Justina está en el cielo. Desde allá nos está mirando.

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