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Los ministros de Urtubey presentaron la renuncia: entre la autocrítica y la caza de brujas

Atentos a los resultados de las elecciones, el gobernador puso el ojo en la gestión de sus colaboradores. ¿Se buscan traidores y enemigos?

Para descomprimir la situación, los ministros del gobernador Urtubey presentaron la renuncia ante el revés electoral sufrido ayer. El primer mandatario le pidió a cada uno de sus colaboradores un plan para los próximos 24 meses y advirtió que analizará caso por caso. El movimiento advierte una suerte de autocrítica del Gobierno provincial y que escucharon el mensaje de las urnas. Veamos los detalles.



Imposible no comparar esta renuncia masiva con la del gabinete de Alberto Rodríguez Saá el pasado 13 de agosto. El mandamás de San Luis perdía las elecciones por casi veinte puntos y al otro día, le pidió la renuncia a todo su gabinete. La medida no trascendió lo mediático y quedaron afuera solo algunos funcionarios de menor importancia.  A la vista de los medios y el común de los ciudadanos, Rodríguez Saá quedó como un hombre de fuerte autocrítica y que no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones importantes. En lo concreto, poco y nada pasó. Si, el detalle que ayer, el gobernador dio vuelta las elecciones y ganó por diez puntos. Parece que sirvió.



El mensaje de Urtubey parece ser el mismo al de las dos últimas aperturas de Asambleas Ordinarias en la Legislatura. No quiere funcionarios atornillados a un sillón. ¿Lo escuchan? Son múltiples los factores que pueden analizarse de esta derrota electoral del Gobierno que a priori lo deja un tanto debilitado en los dos años que restan. “Se viene una ola amarilla”, decía el gobernador a empresarios en el Coloquio Idea hace unos días. Más que la aceptación, la expectativa que tiene la gente en el Gobierno nacional es en importante porcentaje. Por derrame, sus candidatos a nivel nacional se vieron favorecidos. La visión positiva que tienen los capitalinos de la gestión de Sáenz. Es que la Capital fue clave para el triunfo (le sacó más de 70 mil votos en el distrito más importante al oficialismo). El desgaste lógico de diez años que puede sufrir su gestión y el descontento que existe con muchos de los intendentes ligados al Grand Bourg.   



 Si el error estuvo en la estrategia electoral y diversificar mucho la oferta electoral, si hubo problemas para comunicar, si hay problemas de gestión que no están siendo resueltos importante sería que el gobernador interprete e identifique las falencias y utilice el mensaje de las urnas, teniendo en cuenta sus pretensiones nacionales y generar una alternativa política para continuar su proyecto en 2019.



Los menos optimistas ven todo lo contrario. “No hay autocrítica y comenzó la cacería de culpables. Inclusive pidieron nombres y encargados de zona para ver quién traicionó”, dice a este medio alguien ligado a la campaña del frente Unidad y Renovación. “Hay ministros y funcionarios culos pesados que no resuelven nada”, dice otra fuente del mismo espacio. Esta misma voz advierte que no hay tal caza de traidores ni nada por el estilo sino que se busca identificar a los funcionarios que no resuelven para cambiarlos.



Quedan dos años y es apresurado hablar de presidentes, gobernadores e intendentes. Ni nadie es seguro, ni nadie quedó afuera.  Por eso, positivo sería que el mensaje de las urnas llegue a sus protagonistas y que en definitiva sirva para revertir lo que falta, corregir lo que está mal y cambiar lo que sea necesario.

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