Empate clásico

La Chancha cumplió con su promesa a Tiro Libre: no gritó el gol del empate

La ley del ex se cumplió, y Zárate selló el resultado del clásico. Tal como lo había anticipado en nuestro sitio, el delantero juntó sus manos y le pidió disculpas a la hinchada de Gimnasia y Tiro.

Cualquier delantero, en otra circunstancia, hubiese ensayado una loca carrera para festejar un gol tan importante. Pero Leandro Zárate cumplió con lo que le había prometido a Tiro Libre: “Si hago un gol no lo voy a gritar por respeto a una institución como Gimnasia, cuya gente me trató tan bien”, expresó el atacante en una nota a nuestro medio.



Y cumplió: “No lo podía gritar, por todo lo que me dio Gimnasia cuando estuve allí. Lo había manifestado en Tiro Libre, que ahora me debo a Juventud y que iba a hacer lo imposible por ganar, pero festejar un gol era una falta de respeto por lo bien que me trataron allí”, remarcó.



Terminó agotado por el esfuerzo, aunque feliz por haber marcado el tanto que le permitió a su equipo seguir invicto luego de ir abajo en el marcador. “Por suerte pude convertir y empatar un partido que se nos presentó complicado. Pero eso es lo que tiene Juventud, que quizás no te llena los ojos con su juego, pero tenemos un corazón enorme y no damos perdido nada hasta que el árbitro lo termina, como pasó hoy”, expresó.



Luego dijo que los dos “nos brindamos al máximo, y aunque por ahí el juego fue trabado y luchado, cuando pudimos jugamos y le brindamos emociones a la gente. Juventud está por el buen camino, con cosas por mejorar, como todos, pero estamos encaminados a ser uno de los protagonistas de este torneo de ascenso”, manifestó.

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