Gustavo Ruiz

Solo le pido a Dios

Salvo en Argentina, todos los demás países apoyan a su Selección para estar en Rusia

La prensa, la gente y los ex futbolistas empujan a sus respectivos equipos para que clasifiquen al Mundial. No pasa lo mismo aquí, donde se cree que el insulto o la agresión ayudan a salir a flote.

Con la Selección pasa algo. Recibe un trato demasiado agresivo por parte de todos, periodismo, hinchas, directivos y ex jugadores. Este fenómeno es patrimonio nuestro. Aquí estamos convencidos de que el insulto o el agravio permanente nos hace “frontales” y no “chupamedias” de un equipo compuesto por figuras que son respetadas en todo el planeta, menos en su propio país. Increíble.



Messi es admirado en cada rincón del planeta, aquí le decimos “pecho frío” a un jugador que tiene la vitrina llena de Champions y Balones de Oro por ser el mejor de todos. “No rinde como en el Barcelona”, dicen otros. Y es cierto, ¿será porque Barcelona tiene años de trabajo y juegan casi con los ojos cerrados y aquí le cuesta conseguir un socio?



De Messi para abajo, todo. Imaginemos si al mejor de todos lo castigamos, ¿qué queda para el resto?



Internet no da la posibilidad de asomarnos a ver lo que ocurre en el mundo a un solo click. Colombia estaba a cinco minutos de clasificar, le ganaba 1 a 0 a Paraguay y se lo dieron vuelta. Ahora tiene que ir a buscar la clasificación a Perú, pero ningún medio castigó al equipo, por el contrario: informan de la manera que se prepara para dar el golpe en Lima. Ninguno cargó con el DT que es argentino (Pekerman), y eso que tenían para hacerse un pic nic los críticos.



Así pasa en todos los países, hasta en Italia, donde los medios alientan a su Selección que si podrán clasificar, ya que la Azzurra está en una situación preocupante. “Los veteranos vamos a sacar a Italia de este problema y vamos a estar e Rusia”, dijo el enorme Buffon.



Estos dos ejemplos son la muestra que en esas latitudes entienden que a ningún lado se llega con el reproche sino con el empuje. Ellos ayudan a caminar al enfermo, aquí le decimos que se entregue porque se va a morir…



Las opiniones encontradas y la intolerancia son inventos argentinos. A la ex presidenta le decían “yegua”, al actual se lo denomina “gato”, y estamos convencidos que este es el camino: agarrarse a piñas con el que no concuerda porque creemos que la razón es nuestra. ¿Será por eso que nos va como el culo en la política y en el fútbol?.



Ahora vamos a buscar la clasificación a Ecuador. Si fuera por la mayoría, el equipo debería quedarse porque va a perder. Pero están los otros, aquellos que saben que la misión será difícil porque el equipo no da señales de vida, pero aún siguen con la ilusión a cuestas porque, ¿saben?: por más fiera que venga la mano en la vida, en la política o en el fútbol, es mejor ver la luz al final del túnel que vivir inmersos en la oscuridad permanente.

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