"Parecía normal...": el relato de vecinos de la mamá que degolló a sus hijos

Un policía parado en la puerta, su moto estacionada a pocos metros, una silla tipo playera en la vereda, una taza en la ventana y un cartel con la leyenda “Clausurado” que prohíbe el ingreso a la vivienda. Esa es la imagen que uno ve cuando pasa frente a la casa en la que hace dos días se cometió el doble filicidio. Los vecinos de la cuadra de Santa Fe al 1.800 aún no salen del espanto que les causó este crimen que conmocionó al país.



“No puedo creer lo que pasó. Vivimos cerca, pero no la conocíamos a la mujer. La debemos haber saludado una que otra vez, de pasada, pero nunca entablamos diálogo”, dijo un vecino en referencia a Nadia Fusilieri y con él coincidieron varios de los habitantes de la zona.



Quienes sí la recuerdan con claridad son los comerciantes del barrio. Pero sostienen que nunca habían notado nada rato en ella. “Parecía normal. Era simpática, siempre saludaba. Nos sorprendió muchísimo”, dijo uno de ellos.



La zona es muy transitada y suele haber bastante movimiento de vecinos que entran y salen de sus casas. Pero con respecto a este hecho, reina el hermetismo.Sucede que la mayoría está conmocionada por la muerte de los hermanitos de tres y cuatro años. En general, el clima que se percibe es desolador.



En la casa de frente blanco en la que fueron asesinados los chicos hoy las cortinas de la planta baja están cerradas. En el primer piso, sin embargo, las persianas siguen abiertas, como si hubiese gente en el interior. En la puerta está pegado un cartel que dice “Clausurado”. La consigna policial se mantendrá allí hasta que la Justicia haga la reconstrucción del hecho.