El GPS de Sampaoli se prendió fuego y las llamas incendiaron a su biblioteca

Colombia le ganaba de local a Paraguay 1 a 0, y en el final se lo dio vuelta. Este resultado nos dejó con vida, porque si los de Pekerman mantenían la victoria, estábamos afuera del Mundial. Hoy tenemos chances: ganarle a Ecuador es el único camino para entrar por lo menos en el repechaje.

Dependemos de nosotros mismos. ¿Eso es bueno o malo? Dependerá del cristal con el que se lo mire. La esperanza se enciende cuando se mira el futuro desde el optimismo, pero se extingue cuando vemos la realidad: no marcamos goles, y eso que “tenemos a los mejores delanteros del mundo”. Todo verso.

Encima el entrenador, Jorge Sampaoli, es un delirante. En la conferencia de prensa no se le cayó una autocrítica y rozó el ridículo cuando afirmó que “si llegamos con chances a la última fecha es porque se dio todo tal lo planificado”. ¿Acaso no sabía que Paraguay nos devolvió el alma al cuerpo con su victoria en Colombia?

Ecuador está eliminado, pero el problema no es el rival, es el propio equipo argentino el que agiganta el grado de dificultad en cada partido. Y el DT no le encuentra la solución. Primero lo limpió a Higuaín, y quedó visto que el Pipita no era el problema. Luego lo llamó a Icardi para que lo salve, y terminó apostando con Benedetto para ver si rompía la sequía. Tampoco es el problema del centro atacante, el gran inconveniente es que no llega la pelota limpia arriba.

A Bauza lo limpiaron por ser “defensivo” y lo buscaron al Pelado por ser “ultra ofensivo”, pero no pudo ganar en lo que va de la Eliminatoria. Su equipo genera situaciones pero no las concreta. Quizás sean los nervios, la presión, y cuando los jugadores miran al banco observan puro nervio, al técnico y a su ayudante caminando de aquí para allá, gesticulando, gritando, insultando. Es decir, cuando necesitan tranquilidad Sampaoli les brinda nerviosismo puro.

Obvio que el técnico no es el único responsable, acá existen responsabilidades desde el presidente de AFA para abajo. Pero ya habrá tiempo de los palos. Ahora tenemos que rogar que el entrenador y los jugadores, encuentren la manera de ganar de una buena vez para ir al Mundial de Rusia.

Las chances están. Argentina depende de si misma aunque eso, a esta altura, no sabemos si es bueno o es malo.