Pobrecito

Scioli: “Lo de mi supuesto fraude para terminar la universidad me dolió mucho”

El exgobernador disparó además contra María Eugenia Vidal por las inundaciones de este año en parte de la provincia de Buenos Aires.

Te reproducimos la entrevista publicada por diario Perfil:



 



—En el caso de Odebrecht, el de López y los bolsos, Lázaro Báez, Jaime. Habiendo sido vicepresidente de Kirchner y gobernador durante los dos periodos de Cristina, ¿pudo haber sucedido todo sin que usted percibiera nada, sin que tuviera alguna sospecha de que había corrupción, o gente que actuaba de manera corrupta? 

—Es muy conocida la tensión, la distancia que por momentos he pasado en las distintas responsabilidades que tuve. Yo tenía que pelearla y llevar adelante la provincia.



—¿Alguna vez se le impuso alguna obra pública con algún contrato? 

—No, jamás. Eso se manejaba directamente con los municipios, para descentralizar. La situación no era fácil. Hablamos del aumento de la tarifa y pum, congelado el vicepresidente. ¿Se acuerda? 



— ¿No percibía que podía haber gente con niveles de corrupción como los que hoy se conocen?

—Cuestiones que fueron denunciadas, investigadas, y algunas dejadas de lado. 



—Y muchas comprobadas. 

—Será en el ámbito correspondiente Yo estaba abocado a mi responsabilidad institucional. Hace pocos días también le preguntaba a alguien que fue ministro y le contestó que él estaba abocado a lo suyo. Bueno, yo también . Si hay individuos que cometieron algún tipo de ilícito, se investigará, se juzgará y se condenará o no en la Justicia. Pero no se puede involucrar a todo un gobierno por eso. 



—¿No tendrían que incluir el tema de la corrupción en la autocrítica que ustedes deberían hacer? 

—Sí, se ha hecho. No se pueden desconocer situaciones que se han generado, como lamentablemente también le sucedió a otro gobierno anterior, de otro signo político. Y éste gobierno también tiene denuncias que tendrá que esclarecer.



—Cuando se refiere a un o gobiernos. ¿Habla de Alfonsín?

—Pasó también en el gobierno de De la Rúa, que yo sepa, ¿no?  Pero tampoco es cuestión de quién hizo más o quién menos. El tema es buscar los mecanismos, un compromiso integral para combatir la corrupción. 



—Lo que señalo es que la cantidad de casos de corrupción que hubo durante los 12 años de gobierno kirchnerista están por arriba de lo que hubo en otros gobiernos. Eso no quiere decir que el gobierno haya sido creado nada más que para ser corrupto, pero sí que merecería una autocrítica. 

—Siempre, en todo sentido, es buena la autocrítica. Ayuda a corregir, a ser mejor, estoy seguro de eso y lo aplico en todos los órdenes de la vida. 



—¿La escuchó a Cristina hacer autocrítica sobre este punto? 

—Hizo una autocrítica integral. 



—No, sobre este punto. 

—No sé si de acuerdo a la expectativa de la sociedad, no tengo presente si lo ha hecho puntualmente. 



—Respecto a las denuncias que a usted le hicieron, ¿Qué puede decir sobre Juan Carlos Mancinelli, el técnico del equipo de fútbol de La Ñata que la justicia señala como tu testaferro? ¿Cómo es esa situación? 

—Ese es un tema que realmente me dolió, me afectó, y no solo por el impacto a mi persona sino también porque involucraba a directivos de la UADE que, decían, habían hecho un fraude para facilitarme a aprobar las materias que me habían quedado pendientes mi licenciatura en comercialización. Dar esas esas materias era algo que yo tenía en el corazón, algo pendiente a la memoria de mi padre, que siempre me lo reprochaba. Entonces consulté a la UADE y me entero que tenían un mecanismo para completar la carrera. Me acerco a la universidad, y así fue que recibo la información para dar cada materia. Multiple choice, oral y también la tesis final, fue sobre la fábrica de cristal Durax. Yo me quedé impactado por las características de esa denuncia. Inclusive lo consulté con mis colaboradores, para saber qué repercusiones había tenido en ese momento. ¡Eran 650 artículos en todo el país! “El fraudulento título de Scioli”. “El engaño”. “El título trucho”. Yo me decía: ¿Cómo me defiendo de todo esto? Confié en que la justicia aclaré todo y eso pasó. Archivada, desestimada, aclarando que el título fue obtenido en forma legítima y legal. Entonces, para no responder a cada uno de esos temas puntualmente, le doy una respuesta integral, con esa experiencia y otras que he tenido. Por respeto al estado de derecho, a las instituciones y con la convicción de haber actuado legítima y legalmente fui respondiendo y aclarando cada uno de esos temas en el ámbito adecuado. La Justicia.



—Pero independientemente que usted haya aclarado esto, tengo la obligación de preguntarle por cada uno de… 

—No. Perdóneme, pero no lo aclaré yo. La Justicia lo determinó. Si no, es siempre una palabra contra la otra.



—¿Cuál es su relación con Mancinelli y por qué cree que se la Justicia investigue si es su testaferro? 

—Todos estos temas los aclaré en los ámbitos correspondientes, y punto. No tengo más que aclarar. Entiendo su interés periodístico, lo respeto, como también entiendo a los que puedan hacer la denuncia, poniéndolo todo en potencia, porque muchas veces dicen: "No nos consta pero hemos recibido la  información que este señor tiene...”



—La pregunta es lo que corresponde hacer, en estos casos. Elisa Carrió lo acusa de ser el eje de una máquina corrupta de contratación en la provincia de Buenos Aires. ¿Son infamias? ¿A qué lo atribuye? 

—No voy a calificar ni polemizar. Como hombre de estado, son cuestiones que se resolverán en los ámbitos correspondientes, como lo he hecho yo con mis funcionarios cada vez que fueron requeridos. 



—Sobre tus funcionarios. ¿Qué puede decir sobre su más cercano colaborador, Alberto Pérez, hoy procesado, como otros ex funcionarios, por fraude y lavado de activos? 

—Tengo confianza en Alberto. Fue ocho años mi jefe de gabinete y ha administrado el presupuesto de la provincia de Buenos Aires, respetando todos los mecanismos previstos en los organismos de la Constitución. Él como cualquier otro funcionario, darán las explicaciones correspondientes. Esto le cabe a cualquiera. 



— ¿Y el ex subsecretario administrativo de la jefatura de gabinete, Walter Carbone, en cuya casa en un country la justicia encontró una caja fuerte empotrada en una enorme escultura de un dragón? Cuando viste esto. ¿Te sorprendió? ¿Te indignó? ¿Qué sentiste? 

—Le pedí, como le pido a todos, que aclare la situación. Se hizo cargo y se presentó a la Justicia. 



—¿Qué significa para usted que procesen a estos funcionarios suyos? 

—¿Qué significa? Que están en su proceso de defensa. Se defenderán y buscarán aclarar su situación, es ese el punto. 



—Recientemente se acusó a la empresa que construyó la mayoría de las unidades de pronta atención, además de diferentes obras públicas, Miller Building, de haber pagado de más una propiedad que le compró a usted. A esa empresa, que comenzó a ser proveedora del Estado provincial justo cuando usted asume, además se le adjudica haber construido las obras de Villa La Ñata.

—La respuesta es la misma que para los otros casos. La misma. 



—¿Es infundada la acusación? 

—No califico las acusaciones ni voy a entrar en una polémica sobre estas cuestiones. Cada una de estos temas se hablará en los ámbitos adecuados. 



—Bien, el lector sacará sus conclusiones. Para cerrar el capítulo de corrupción…

—No, ya le di ejemplos concretos. Por respeto a la Justicia, por respeto a los denunciantes también, y por respeto a la gente, no puedo estar polemizando y discutiendo. Hay que hacerlo donde corresponde. 



—¡Le parece que, a diferencia de Brasil, en Argentina la Justicia juzga los las acusaciones de la corrupción cuando los acusados han perdido el poder o están por dejar el gobierno? ¿Cree que eso puede pasarle también a Macri?

—Ojalá que no pase más en ningún gobierno. Porque es malo, negativo para la sociedad.



—Se refiere a la corrupción. 

—Obvio. Lo malo, lo negativo es la corrupción. A eso me refiero. Ojalá que el día de mañana no le pase a Macri. Ojalá que no haya más corrupción, en ningún gobierno. Esperemos eliminarla. 



—Hay algunas discusiones que hablan del famoso juicio de residencia, donde el que deja el poder debe someterse a un balance para que no viva cinco ocho años con una espada de Damocles en su cabeza. ¿Usted cree que sería útil algo parecido en Argentina, dada la cantidad de acusaciones de corrupción que ha habido? 

—Creo es que hay que generar mecanismos para evitar todo tipo de desvíos, hechos de corrupción o lo que sea. Hoy, con las nuevas tecnologías, se pueden generar mecanismos de transparencia, control social, control ciudadano, precios comparativos para poner a la Argentina a la vanguardia de los estándares de transparencia, como sucede en otros países. Eso forma parte de las nuevas demandas de la sociedad. Ningún gobierno puede ser ajeno a que a veces pasen estas cosas. Hay que aplicar  el rigor y la aplicación de la justicia, pero también ir a la cuestión de fondo, preventiva. Creo que el denominador común es la prevención. Mire hoy la provincia: hay tres millones y medio de hectáreas inundadas. ¿Cuál es la cuestión de fondo? El cambio climático. No quién hizo la obra, o quién no la hizo. Se inunda por el cambio climático, pero a mí se me inundaba porque no hacía las obras.

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