Creer o reventar

¿Existió la promesa a la Virgen de Tilcara? La insólita respuesta de Ruggeri

Las veces que la Selección pasa por situaciones límites se reflota la presunta “maldición de la Virgen”. El técnico Bilardo dijo que no existió tal promesa, mientras que el "Cabezón" Ruggeri fue más allá…

Argentina está obligada a ganarle a Perú el cinco del mes entrante en la cancha de Boca. Y con nuestra particular forma de ser, muchos dicen que “hay que cumplir con la promesa que le realizaron a la Virgen de Tilcara” para no quedar afuera del próximo Mundial.



Carlos Bilardo era el entrenador del quipo que salió campeón del Mundo en México 1986. Como parte de aquella preparación el plantel sentó su base en Tilcara, ciudad jujeña que tiene la misma altura y clima que la ciudad mexicana de Puebla, donde el equipo nacional jugó la etapa clasificatoria del Mundial mexicano.



Según proclaman los lugareños, los jugadores del Seleccionado hicieron una promesa: llevarle a la Virgen una camiseta firmada por todos en señal de gratitud, y jugar en el lugar un partido amistoso para la gente de la zona.



Argentina salió campeón, pero los jugadores no cumplieron con su promesa. “Que yo me acuerde, nadie prometió nada. Yo soy un tipo católico, voy todos los domingos a misa y camino a Luján, imaginate si no voy a cumplir si prometo algo, pero que yo sepa, nadie prometió nada”, señaló el técnico Carlos Bilardo cuando fue consultado al respeto.



Pero el defensor y capitán de aquél equipo, Oscar Ruggeri, fue más allá: “Eso fue todo un verso, nunca nadie prometió nada. Esto fue armado por un intendente que quiso hacer negocio con la Selección, pero nosotros nunca prometimos nada”, señaló como panelista de un programa que se emite por una red internacional de deportes.



Mito o realidad, lo cierto fue que el Checho Batista y el Tata Brown, integrantes de aquél equipo, se llegaron hasta Tilcara con una camiseta de la Selección, pero lo hicieron varios años después y más que nada por la presión de la gente y no tanto por una demostración de fe.



Mientras tanto, el pueblo del norte jujeño insiste: “hasta que no cumplan con la promesa nunca más van a ganar nada, esa es la maldición de la Virgen”, señalan.



Pasan los años y el tema trascendió varias fronteras hasta instalarse en lo filosófico: ¿puede haber un castigo de un ser divino, como en este caso una Virgen?



Más allá de todos condimentos extras existe una sola realidad: si no le ganamos a Perú, tendremos que ir de rodillas… “a llorar a la cruz”, como decimos los salteños.

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