Agustín Pérez Marchetta

Sociólogo
#TiempoDeMilagro

Las quimeras que elijamos hoy, serán los sueños o pesadillas que tengamos mañana

Un análisis sociológico del complejo fenómeno que deja esta fiesta patronal.

En estos días acudimos a uno de los fenómenos religiosos más importantes de Salta y del país: la peregrinación al Señor y la Virgen del Milagro. El mismo es denso, diverso y complejo. Buscaremos poder dar cuenta desde una dimensión sociológica, las diferentes corrientes de fé, entrega y sacrificio que suceden en nuestras sociedades, siendo la del señor y la virgen del milagro la más visible.



El Señor y la Virgen del Milagro, son los patronos de la ciudad de Salta, por haberla salvado, según cuenta la historia (¿o mito?), de grandes temblores hace más de 200 años que hicieron sucumbir a la vecina Esteco. Los salteños de ese entonces sacaron las imágenes y las pasearon en procesión por la plaza, rogando piedad y protección.



Más en nuestros tiempos, se sucede además de la procesión, el fenómeno de la peregrinación. Desde la teoría socio-religiosa (autores como Herveiu-Leger, Fortunato Malimacci, Aldo Amegeiras y Ana Lourdes Suarez) dicen que la peregrinación es una de las nuevas formas de religiosidad que toma fuerza e impulso en la posmodernidad: al devenir el mundo en un caos económico (más del 60% de la población mundial esta excluida del modelo económico y vive en los márgenes desde una lógica de la subsistencia), político (el proceso a favor de los derechos humanos pareciera haberse estancado al igual que las democracias, surgiendo liderazgos que cada vez apuntan más a teorías liberales en donde el bienestar personal y el  progreso individual son las metas a alcanzar, dejando de lado lo colectivo) y social (hay una fractura social en nuestros tiempos, en donde, fogoneado por los grandes medios de comunicación en complicidad con los poderes concentrados, ocurre un enfrentamiento entre seres humanos: el policía con el criminal, el trabajador con el desocupado y el rico contra el pobre).



Las otras peregrinaciones

Pero hay también otras peregrinaciones, que rodean y construyen en torno a lo religioso formas de ser/estar en el mundo. Por un lado el turismo, se entremezcla con lo religioso y las personas se desplazan por el espacio buscando experiencias y lugares que las alejen de lo cotidiano, que le permitan conocer qué hay más allá de sus horizontes. Lo frágil del turismo, diría Simmel un filósofo alemán, es la forma de relacionarse con el entorno: es inmediata y mediada por el dinero, no siempre hay un conocimiento profundo de lo ajeno y a su vez muchas veces se confunde cantidad (variedad de lugares visitados) con calidad (qué pensará la gente de esos lugares, cuáles serán sus sueños, como sus cotidianidades pueden impactar en las nuestras).



A su vez hay una peregrinación hacia el dinero: el mundo, sumido en un capitalismo salvaje, camina directo a la depredación de sus recursos naturales, la marginación de personas que no tengan los estándares solicitados o el poder adquisitivo deseado. Formas tradicionales autosustentables de relacionarse con la madre tierra, todo es olvidado y postergado en pos de ganar más dinero. El vil metal tiene en vilo a la humanidad, golpeando en cada lugar y el señor y la virgen del milagro no son ajenos: las ferias, los hoteles y los paquetes turísticos abundan en estas épocas.



Es por ello que este relator, que le toca estar de este lado de la escritura, les pide discernimiento y mesura a la hora de elegir qué peregrinación van a encarnar ya que las quimeras que elijamos hoy, serán los sueños o pesadillas que tengamos mañana.



Frente a todo esto surge la peregrinación como la forma en ponerse en "camino hacía", de encontrar un sentido a través del esfuerzo físico y personal, que por la proximidad de los cuerpos y la búsqueda de algo en común se transforma en colectivo. Los teóricos denominan a la peregrinación "la religión en movimiento" en donde lo estático de los edificios religiosos y de las misas en horarios, se pone en tensión: lo religioso no se encuentra en otro lugar más que en los pasos de miles de personas que impulsadas por la fé recorren valles, llanuras y quebradas para el encuentro, más que con imágenes de antaño, con si mismos, pudiendo renovar un pacto de fé con sus vidas, sus vivencias y todo su ser, buscando la armonía y la paz con este mundo complejo y en expansión que nos toca vivir.

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