¿Frenó la máquina?

El Banco Central casi no imprimió billetes "grandes" el mes pasado

Ahora contempla lanzar más de 100 millones de los ejemplares de $1.000.

El Banco Central frenó literalmente en agosto la impresión de los billetes de mayor denominación, ya que casi no varió la cantidad preexistente de papeles de $200 y $500 en todo el mes pasado.



Un hecho que contrasta de forma notoria respecto al incremento producido, por ejemplo, en julio, o períodos anteriores, en los que la emisión de unidades de $200 llegó a subir 20% respecto al mes previo, o el de $500 avanzó más de 7%, todo en apenas 30 días.



De esta forma, en agosto se mantuvieron inalterados los 172,1 millones de billetes con la imagen de la ballena Franca Austral. Y apenas subió la inyección de la imagen con el yaguareté en 100.000 ejemplares, lo que representa un incremento de 0,2%, hasta un total de 382,9 millones en circulación en el público y los bancos.



En cuanto al volumen total de pesos físicos que existen en la economía, informados por el BCRA, en agosto aumentó la cantidad un magro 0,8%respecto a julio.



Esto se debe, en especial, a la mayor emisión de papeles de $100, ya que se incrementaron 1,3%, al totalizar los 3.961,1 millones. Una cifra que equivale 62,5% de todos los pesos existentes.



El mes pasado también descendió el número de billetes con denominaciones más bajas, como las de $50 y $20, que cayeron 2,4% y 1,9%, respectivamente.



Respecto a la incidencia de la impresión de papel moneda, esta semana el Banco Central publicó en su blog un artículo en el que hace referencia de este tema y analiza: "A los costos asociados al transporte y almacenamiento de los billetes y monedas se les suman los costos de diseño, así como también los relacionados a la compra de los insumos necesarios (tinta, papel, entre otros) y los invertidos en su efectiva fabricación".



Y anhela una menor utilización del cash: "Por supuesto que, en términos de ahorro para todos los ciudadanos, es deseable el avance de la utilización de medios de pago electrónicos, dada su mayor seguridad, eficiencia y agilidad".



Igualmente, la entidad monetaria resalta que producir billetes de mayor denominación permite abastecer una misma demanda de efectivo a unmenor costo de emisión. Y citó el ejemplo que abastecer de efectivo a la sociedad con papeles de mil pesos requiere "diez veces menos" de unidades que si se lo hace con billetes de $100.



De hecho, para la última parte de este año el BCRA anunció que lanzará los nuevos papeles de $1.000 con la imagen de un hornero.



Según proyecciones de técnicos del organismo, durante el 2017 "será preciso imprimir billetes de alta denominación" para abastecer el aumento en la demanda de efectivo, la reposición de circulante deteriorado y contar con una reserva apropiada de resguardo, por el equivalente de $237.500 millones.



Esta cantidad de efectivo deberá ser cubierta, según el BCRA, por medio de la impresión de 550 millones de papeles, divididos en las siguientes denominaciones:



-300 millones de billetes de $200.

-145 millones de $500.

-105 millones de los nuevos de $1.000, que aún no están en la calle.



"Si ese monto fuera suplido sólo mediante billetes de $100, se requerirían, obviamente, 2.375 millones de billetes", aclaran desde el Banco Central.



En resumen, la entidad ya tiene estimado cuánto emitirá durante todoeste año para cumplir con sus metas de necesidad de efectivo, y se atendrá a ese plan trazado.



"A la espera del próximo lanzamiento de la mayor cifra de $1.000, además el BCRA tiene un fuerte objetivo de utilizar transacciones digitales y que se maneje menos efectivo en la calle", por eso puede haber parado en agosto la emisión de más papeles de máximo valor, indica Amilcar Collante, economista de la consultora CESUR, a iProfesional.



Para tener una idea del costo de la impresión, desde el Banco Central informan que el valor unitario de emitir las cifras más altas es de $1,65. En cambio, el de uno de 100 pesos es de $1,47. A ello se le debe agregar la incidencia de la logística



"La fabricación de numerario para abastecer la demanda de circulante de alta denominación le insumirá al BCRA un gasto de impresión de $933 millones en el año 2017, gracias a la introducción de la nueva familia de billetes. Si lo hubiese hecho sólo con los viejos billetes de $100, el costo total incurrido hubiese sido de $3.491 millones", aclaran desde el organismo conducido por Federico Sturzenegger. 



En resumen, ahorrará alrededor de $2.558 millones este año, según estiman a nivel oficial.



Si se analizan los números en retrospectiva, la cantidad de billetes de $500 emitidos en los últimos 12 meses, al poco tiempo de nacer la máxima denominación actual, creció casi 11 veces.



Hace un año atrás, todavía no estaban en circulación los de $200, y como dato llamativo existía casi 10% más de unidades de $100 y 44% más de $50respecto a la actualidad.-

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