El primer gesto

Macri (preocupado) moviliza gabinete por Santiago Maldonado

Derrumbada la hipótesis del puestero y con dos declaraciones testimoniales que colocan al joven desaparecido en el desalojo de la ruta 40 del 1° de agosto, el gobierno acusó recibo del traspié que complica a Gendarmería y trazó nueva estrategia.

Por primera vez desde que cobró notoriedad pública la desaparición de Santiago Maldonado, el gobierno adoptó una actitud que denota preocupación política y movió al "Rey" en una jugada de ajedrez que pone en peligro la estrategia de blindar la figura presidencial del desgaste por la ineficacia de las fuerzas de seguridad a cargo de la búsqueda. Luego de afirmar ante una improvisada rueda de prensa que todos los funcionarios se están "ocupando" del caso y poniéndose "al servicio de la justicia, sin prejuzgar, como corresponde, sin descartar ninguna línea y colaborando con la investigación", Mauricio Macri se reunió con los ministros de Seguridad y Justicia y con el Secretario de Derechos Humanos para interiorizarse de los pormenores de la causa y disponer algunas medidas que tienen por objeto relanzar una nueva estrategia de posicionamiento ante un caso que ya lleva 35 días sin esclarecimiento,



Del encuentro -que se realizó por la tarde en la Casa Rosada- participaron Patricia Bullrich, Germán Garavano y Claudio Avruj, acompañados de sus respectivos gabinetes. "El presidente manifestó su preocupación por la indefinición del caso y requirió informes a sus ministros, tras lo cual hablaron primero Bullrich y después Garavano, brindando detalles de la investigación", publicó Ámbito Financiero. 



Si bien la reunión de "seguimiento" estaba prevista en la agenda presidencial, en principio la convocatoria era solamente para la cartera de Seguridad. Pero a mediodía la instrucción fue que se sumaran el titular de Justicia y el secretario de Derechos Humanos. Luego de una breve introducción de Macri, el informe lo inició Bullrich anunciando el aumento de la recompensa a quienes aporten información y la intensificación de los rastrillajes.



Se evaluó la marcha de la pesquisa como muy lenta, haciendo hincapié fundamentalmente en la actitud del juez Guido Otranto quien "debe acelerar las medidas para producir algún resultado en la búsqueda", remarcó el funcionario consultado. Sin embargo, el vocero oficioso resaltó la conformidad expresada por los asistentes respecto del rol de la fiscal Silvina Ávila, quien el lunes había apuntado a los mapuches por obstruir presuntamente las pericias requeridas y no colaborar con la justicia. 



"La idea es proteger a Patricia de los ataques que viene recibiendo porque estamos muy conformes con su actuación, razón por la cual hemos decidido repartir las responsabilidades del seguimiento con Garavano", finalizó el informante. 



Viaje relámpago. Por expresa orden del presidente, hoy Claudio Avruj viajará a Esquel para llevarle al magistrado que entiende en la causa por la desaparición forzada de Maldonado la preocupación por la marcha del proceso. "El Gobierno no va a especular en la investigación y estamos dispuestos a llegar a la verdad sin encubrir a nadie", declaró el secretario de Derechos Humanos. El funcionario aportará a Otranto una carpeta con documentación de la investigación interna que hizo el Ministerio de Seguridad a los 73 gendarmes que participaron del operativo del 1 de agosto pasado en la ruta 40 para "que sea el juez quien evalúe y eventualmente decida llamarlos a indagatoria".



Lo curioso es que hasta el momento el gobierno se esmeró más por proteger a los efectivos de la fuerza involucrados en la investigación que por ponerlos a disposición de la justicia. Tal vez haya llegado la hora de comenzar a admitir que los gendarmes pudieron haber cometido actos que no son compatibles con el buen proceder de los uniformados, por cuyo proceder Bullrich se cansó de poner las manos en el fuego, que quedaron chamuscadas luego de los reveses investigativos que derrumbaron las hipótesis que más la tranquilizaban.

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