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Energúmeno prendió fuego a su ex esposa y la apuñaló hasta matarla: salió el fallo

El hombre fue acusado por el delito de homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en contexto de violencia de género.

Un hombre fue condenado esta miércoles a la pena de reclusión perpetua, acusado de haber quemado y asesinado de 25 puñaladas a su ex mujer Romina Saavedra (32), en una casa de la ciudad santafesina de San Lorenzo en 2013, informaron fuentes judiciales.



Se trata de Miguel Angel Pastorutti (64), quien fue condenado por unanimidad por un tribunal integrado por los jueces Ismael Manfrín, Julio Kesuani y Edgardo Fertita, que lo consideraron autor del delito de “homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en contexto de violencia de género”.



La sentencia coincide con lo que había solicitado en los alegatos la fiscal Liliana Herrera, quien a lo largo del juicio había basado su hipótesis acusatoria en que Pastorutti había actuado en un contexto de “violencia de género”, aprovechando la “vulnerabilidad afectiva y económica” de su ex pareja.



Por su parte, tras escuchar el fallo, la fiscal Herrera destacó la “unanimidad” que tuvieron en cuenta los jueces en relación a “la violencia de género, el ensañamiento y la alevosía”.



"Romina sufrió porque se probó que tras quemarla y estando en el suelo casi desvanecida, Pastorutti la apuñalaba, le propinó 25 con dos mortales en el rostro y en el cuello”, aseveró Herrera.



Según consignó Crónica, el hecho por el que fue juzgado Pastorutti se registró en la mañana del 9 de diciembre de 2013 en una casa ubicada en la calle Neuquén al 900 de San Lorenzo.



Ese día, Romina salió de la casa de su padre donde se fue a vivir luego de dejar a Pastorutti y fue interceptada por el hombre que la obligó a ir a la casa donde convivían bajo amenazas.



Allí, la encerró, abrió el gas, le prendió fuego y cuando los vecinos acudieron para salvar a Romina, él se abalanzó sobre ella y le asestó delante de todos 25 puñaladas con una cuchilla que fue reconocida por los testigos.



El acusado dijo durante el juicio oral que “nunca hubiera cometido el crimen si estaba bien porque la amaba con toda el alma a Romina”.



Con la cabeza gacha, sin mirar a nadie, el hombre escuchó esta mañana la condena a reclusión perpetua dictada en la sala 2 de los tribunales de Rosario.



 



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