Todos advertidos

Terror en el gabinete por la purga de Macri: "No hay más espacio para individualidades"

El presidente echó a tres funcionarios en dos días y creen que seguirá la limpieza. Quiénes podrían sufrir.

El pánico se apoderó del gabinete luego de que Mauricio Macri iniciara una purga de funcionarios que podría desembocar en cambios mayores en el gabinete.




En sólo dos días, el presidente echó a tres funcionarios de áreas importantes. El primero fue Luis Scervino, apartado de la Superintendencia de Servicios de Salud por su cercanía con la CGT. Luego fue el turno del viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, que trabajó en el macrismo durante toda la última década.



Este jueves, en tanto, dos meses y medio después de haber recortado las pensiones por discapacidad y haber metido la pata en el intento de defender la medida, Macri finalmente echó del Gobierno al titular de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales, Guillermo Badino. La sensación que se adueñó de los funcionarios es que el que se equivoca se va a la casa.



Desde hace meses que Macri piensa en reducir el número de ministerios de su gabinete, el más amplio de la historia Argentina. Los cambios empezaron antes de las primarias, cuando evaporó el ministerio de Comunicaciones y lo ubicó bajo la órbita de Modernización.



Ahora, en el gabinete reina la incertidumbre ante los posibles cambios que se avecinan, en especial para luego de las elecciones de octubre.



Sin ánimos de impartir un terror como el de la Gran Purga que se aplicó en la Unión Soviética pocos años antes del ascenso de José Stalin, en el Gobierno aseguran que "sólo seguirán los que tengan la agenda del Presidente". Sin embargo, se habla de exterminio de Secretarias enteras.



"No hay más espacio para individualidades", publicó el portal LPO.



Además del susto que hay en los bancos oficiales, hay una serie de ministros que están en la lupa. Lino Barañao, de Ciencia, viene haciendo malabares para que no fusionen su área con Educación.



Pablo Avelluto, de Cultura, ganó la interna con Enrique Avogadro -otro reciente renunciado- pero teme que reduzcan su área a secretaría. Jorge Lemus, de Salud, ya sufrió varios cambios en su organigrama y podría padecer aún más. Al rabino Sergio Bergman no le sumó ningún poroto disfrazarse de planta.



"A ninguno le sobra nada", aseguraron en Casa Rosada.



El de Sabor no es el único cambio que se haría en el ministerio de Trabajo: altas fuentes manifestaron que hay funcionarios que no han estado a la altura de los desafíos. También se esperan cambios en el Orsna, donde el encargado es Patricio Di Stéfano. El área ferroviaria de Transporte es otra de las que se mencionan para los cambios.



Más allá de las modificaciones, se habla de un ajuste de beneficios para todo el gabinete. En ese sentido, podrían recortarse algunas atribuciones que tienen los funcionarios como la del chofer y las cajas chicas.



 

 



 



 



 



 



 



 



 



 



El pánico se apoderó del gabinete luego de que Mauricio Macri iniciara una purga de funcionarios que podría desembocar en cambios mayores en el gabinete.




En sólo dos días, el presidente echó a tres funcionarios de áreas importantes. El primero fue Luis Scervino, apartado de la Superintendencia de Servicios de Salud por su cercanía con la CGT. Luego fue el turno del viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, que trabajó en el macrismo durante toda la última década.



Este jueves, en tanto, dos meses y medio después de haber recortado las pensiones por discapacidad y haber metido la pata en el intento de defender la medida, Macri finalmente echó del Gobierno al titular de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales, Guillermo Badino. La sensación que se adueñó de los funcionarios es que el que se equivoca se va a la casa.



Desde hace meses que Macri piensa en reducir el número de ministerios de su gabinete, el más amplio de la historia Argentina. Los cambios empezaron antes de las primarias, cuando evaporó el ministerio de Comunicaciones y lo ubicó bajo la órbita de Modernización.



Ahora, en el gabinete reina la incertidumbre ante los posibles cambios que se avecinan, en especial para luego de las elecciones de octubre.



Sin ánimos de impartir un terror como el de la Gran Purga que se aplicó en la Unión Soviética pocos años antes del ascenso de José Stalin, en el Gobierno aseguran que "sólo seguirán los que tengan la agenda del Presidente". Sin embargo, se habla de exterminio de Secretarias enteras.



"No hay más espacio para individualidades", publicó el portal LPO.



Además del susto que hay en los bancos oficiales, hay una serie de ministros que están en la lupa. Lino Barañao, de Ciencia, viene haciendo malabares para que no fusionen su área con Educación.



Pablo Avelluto, de Cultura, ganó la interna con Enrique Avogadro -otro reciente renunciado- pero teme que reduzcan su área a secretaría. Jorge Lemus, de Salud, ya sufrió varios cambios en su organigrama y podría padecer aún más. Al rabino Sergio Bergman no le sumó ningún poroto disfrazarse de planta.



"A ninguno le sobra nada", aseguraron en Casa Rosada.



El de Sabor no es el único cambio que se haría en el ministerio de Trabajo: altas fuentes manifestaron que hay funcionarios que no han estado a la altura de los desafíos. También se esperan cambios en el Orsna, donde el encargado es Patricio Di Stéfano. El área ferroviaria de Transporte es otra de las que se mencionan para los cambios.



Más allá de las modificaciones, se habla de un ajuste de beneficios para todo el gabinete. En ese sentido, podrían recortarse algunas atribuciones que tienen los funcionarios como la del chofer y las cajas chicas.



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