Lo que viene

Se prepara el ‘15 A’, la primera prueba con el dólar y CFK después de votar

No se hará esperar la primera y decisiva prueba de fuego que tendrá que superar el presidente Macri en los mercados.

Una vez que se conozcan los resultados electorales de las Primarias el domingo 13 de agosto, llegará el martes 15, apenas 48 horas después del comicio, cuando vuelven a vencer casi 500.000 millones de las benditas Lebac, y los inversores decidirán con los resultados de las PASO si seguir en pesos o cubrirse en dólares, como muy lentamente viene ocurriendo en las últimas semanas.



Pronosticar el precio del dólar para el llamado ‘15 A’ -dentro de tres martes- y la tasa de interés que deberá ofrecer el Gobierno para evitar eventuales presiones cambiarias hacia arriba o hacia abajo supone pensar en una fórmula compleja y polinómica; claro que esta vez impactando menos los números ligados a la inflación y a la expansión monetaria, y más los que confirmen la cantidad de votos que cada uno de los candidatos sumó en las urnas de esta primera vuelta electoral.



Los analistas y observadores políticos recorren los despachos de bancos y empresas con variadas conclusiones. También están los datos que aportan directivos y dueños de compañías que hablan con consultores, ministros y candidatos sobre las perspectivas para el domingo 13. Veamos algunos de los escenarios que se comentan sobre lo que está pasando:



-Ya en el Gobierno admiten en general como probable que Cristina Kirchner gane la provincia de Buenos Aires. La diferencia que estaría obteniendo Cambiemos en el área rural de la provincia y en el conurbano rico no alcanzaría para compensar la avalancha de votos para Cristina en el conurbano pobre, desde luego mucho más numeroso. En San Fernando y Tigre, por ejemplo, gana cómodo Sergio Massa y eso le complica a Cambiemos hacer buena diferencia en la Primera Sección del Conurbano donde se impone en San Isidro y Vicente López. En Mar del Plata estarían empatados 



-Los optimistas del Gobierno explican que aún ganando Cristina en las PASO, podría ocurrir un efecto miedo que la postergue en Octubre. Ese razonamiento supone que la diferencia entre Cristina y Esteban Bullrich sería no mayor a 4 puntos, y que Bullrich le ganaría por mucho a Sergio Massa, de modo de atraer el voto útil contra Cristina. 



-Los menos optimistas se toman de este punto y comentan que si la diferencia es a favor de Cristina por más de 5 puntos, no es tan fácil de remontar en octubre. Si además en ese caso Sergio Massa hace una buena elección y se acerca al candidato de Cambiemos, podría terminar Massa juntando el voto útil contra Cristina. Sería, claro, el peor escenario para la Casa Rosada. Sergio Massa, como siempre, dice que gana él, y que resulta la única opción para frenar a Cristina en el futuro.



-Los operadores financieros locales se resisten a creer que Cristina pueda ganar, y mucho menos que su eventual triunfo pueda suponer el riesgo del retorno al populismo extremo en la Argentina. Compran los argumentos del Gobierno: si gana en las PASO, puede perder en octubre. Y Aún si Cristina ganara en octubre, su triunfo queda encapsulado en la provincia de Buenos Aires, no tiene referentes en el interior y no podría superar un balotaje en 2019.



-Casi una negación en los mercados locales del efecto Cristina, a tal punto que los precios de bonos y acciones argentinas, aún con el ajuste bajista de estas semanas, no incorporan los inconvenientes políticos que podrían sobrevenir con una Cristina ganadora en el Senado. Desde luego que se observa mayor cautela entre los inversores, también menor volumen de negocios por las vacaciones en el hemisferio norte.  



-Pero está claro que a tres semanas de las PASO, los papeles argentinos lucen con mayor margen para bajar que para subir. Lo explicaba a este periodista un veterano de mil batallas en la city porteña: "Si zafa el Gobierno en las elecciones, los bonos a lo sumo pueden subir un dólar. Pero si se confirma el huracán Cristina, hay por lo menos u$s 5 para abajo. Podría sí haber un rally alcista de papeles argentinos si perdiera Cristina las PASO; o si el resultado termina en virtual empate que haga presumir una victoria de Cambiemos en octubre



Entre tanta especulación, en los equipos políticos de los candidatos del Gobierno se agarran la cabeza con las noticias sobre la suba del dólar. "¿Tuvimos casi un año el dólar congelado y justo lo empezamos a ajustar ahora, un mes antes de las elecciones? ¿Queremos perder? "Nunca visto en la historia mundial" bramaba estos días en La Rural un allegado a la campaña oficial en la provincia de Buenos Aires. Desde la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger trata de calmar a todos. Logró tranquilizar al Presidente con un informe detallado de la situación del dólar cuyos argumentos centrales son los siguientes:



1) no hay asustarse ni apurarse a intervenir. No hay traslado de la devaluación a los precios en julio. Los aumentos vienen más por expensas, taxis, servicios, y salarios



2) El traslado a precios depende de la política monetaria y con el apretón de tasas se asegura la estabilidad



3) No hay traición a los inversores en pesos ya que la Lebac rinde 26% y la inflación es 22% a lo sumo. No hay que medir el rendimiento en dólares



4) Si se desinfla el riesgo Cristina, a 17,50 o 18 habrá fuertes vendedores para colocarse en Lebac y el dólar puede bajar otra vez a la zona de 16,50/17



5) Un leve aumento en el precio nominal del dólar ayuda mucho si no se traslada a precios. Respiran exportadores y turismo. Alivia a productores locales. También ayuda a bajar el déficit estatal 



Todos coinciden en que Sturzenegger tiene razón en sus argumentos. Sus críticos advierten, sin embargo, que todo esto sería cierto, si el funcionario fuera el presidente de la Reserva Federal. Si emitiera dólares y tuviera el Central la reputación de la FED y la inflación de EE.UU., todo se regula con la cantidad de dinero. Pero si sos el presidente de un Banco Central que emite papelitos de colores, explican, todas estas recetas podrían resultar menos contundentes.



Como quiera que sea, algo alivia en estas horas de incertidumbre la ansiedad del mundo económico. Faltan poco para saber, apenas tres semanas para conocer a ciencia cierta cómo viene el panorama. Quién sabe: tal vez el lunes 14 haya todavía más preguntas y menos evidencias. Oficialismo y oposi ción, como siempre, se declararán ganadores.

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