El contagio a precios ya se siente en alimentos y julio terminaría con IPC de 2,2%

"No hemos visto ninguna reacción de los precios al dólar. Esto sucede por el tipo de cambio flotante que sube o baja. Con la reacción de los precios al Brexit o Brasil, por ejemplo, uno no ve un cambio en la dinámica de precios. Es extraordinariamente sano que así sea".

Esa fue la definición que el presidente del Banco Central, Federico Sturzengger, dejó la semana pasada en conferencia de prensa sobre lo que los economistas profesionales llaman "pass through", léase el traslado de una devaluación a los precios de la economía. 

El número uno del Central niega categóricamente que la abrupta suba del billete verde que ya araña el 10% en las últimas cinco semanas esté impactando en la inflación.

Julio, que de por sí es un mes caliente en los precios por la batería de aumentos que ya estaban programados (combustibles, prepagas, cigarrillos, expensas, servicios domésticos y taxis) está mostrando una inusitada aceleración.

A contramano de los dicen en el Central, la suba del dólar sí estaría impactando en algunos precios -específicamente en los que son más sensibles al alza de la divisa- como alimentos y bebidas, el rubro que más golpea a los sectores de menores ingresos.

Según un relevamiento de la consultora Elypsis, de los más escuchados tanto en el Banco Central como en Jefatura de Gabinete, al según el portal iProfesional, la semana pasada la inflación volvió a subir por el ascensor.

En concreto, detalla el trabajo, el aumento de precios de la semana pasada (la tercera semana del mes) en el AMBA fue del 1% (sumando 2,9% en las últimas cuatro semanas) liderado por "alimentos" que se incrementó 1,4%contra una semana atrás. 

"No se puede saber cuánto se le puede atribuir a la suba del dólar. Para los análisis de pasaje del dólar a precios serios llevan años de estudios. Pero sí podés presumir que algunos productos son más sensibles como carnes, aceites, lacteos, panificados, electrónicos y autos", indicó Gabriel Zelpo, economista Jefe de Elypsis.

El rubro "alimentos y bebidas" mostró un alza de 2,2% mensual. De esta forma, la variación mensual se ubicó por encima del registro de la semana pasada (1,1% mensual) pero por debajo de la variación general (2,9%). En el desagregado de la encuesta de precios que realizó Elypsis se verifica lo siguiente:

? Las carnes exhibieron una variación semanal de 2,3% frente a una suba del 0,2% de la semana pasada, mientras que su variación mensual se ubicó en 2,8% mensual contra el 0.9% de la semana anterior.

A nivel desagregado, se aceleran la "carne vacuna" a 2,7% en la semana, "otras carnes rojas frescas" aumentó 4,2% versus un alza de 0,7% la segunda semana de julio, y la "carne de ave" trepó 2,3% en comparación al 0,1% anterior. 

? Las frutas registran una variación semanal de 1,1% versus el 0,4% observado una semana atrás, mientras que la variación mensual se ubicó en 2,3%. Las "verduras", por su lado, registran una variación semanal de 2,5%también acelerando notablemente su alza al comparar con el 0,3% de la semana anterior, mientras que la vaiación mensual se ubica en 1,7%.

? Las bebidas también mantienen registros elevados. La variación semanal de las "bebidas no alcohólicas" se ubicó en 1,4% en compración con un alza del 1,1% en la segunda semana de este mes, mientras que la variación mensual crece al 2% cuando lo venía haciendo al 1%. Mientras tanto, la variación semanal de las "bebidas alcohólicas" se mantuvo estable en 0,8% mientras que la mediación mensual lo hizo en 2,6%.

Si bien la tercera semana de julio Elypsis detectó que "productos lácteos y huevos", "alojamientos y excursiones" y algunos bienes durables mostraron bajas en algunos casos considerables, la tendencia en el mes de esos rubros es claramente alcista.

 

Así las cosas, la consultora aumentó su estimación de inflación para julio, ahora en torno al 2,2% (dos décimas más que el pronóstico pasado); mientras que el aumento de precios en el año llegaría a 23% (seis puntos más que el techo de la meta del Banco Central).

 

La medición para el IPC Nacional, el nuevo índice que desde el mes pasado toma el Central para medir el éxito de sus objetivos inflacionarios, sería similar y la calculan en torno al 2,1% para este mes. 


 


Indomable. "El tipo de cambio constantemente va buscando su equilibrio", dijo la semana pasada Sturzenegger. Se ve a las claras que el dólar no estaba en equilibrio y por eso la abrupta suba del billete en un escenario complejo para los precios.

 

Más aún, el peso argentino no sólo es la moneda emergente con peor desempeño en el último mes; es además, la única que no se fortalece contra el dólar.

 

Según cálculos de Consultatio, la empresa financiera de Eduardo Costantini, la competitividad cambiaria del peso volvió a los valores que registraba a inicios de año.

 

Dicen que la moneda local se depreció casi 6% en el último mes mes mientras que el real ganó casi 7%, el peso mexicano casi 4%, el peso chileno un 2%, el peso colombiano 1,6% y el yuan chino en torno al 1%.

 

"El ajuste que ha tenido el peso es llamativo dada la velocidad que ha adquirido", señala Consultatio.

 

El economista y consultor Federico Muñoz, también muy escuchado en la city, dice que el ajuste del tipo de cambio es "por demás bienvenido" para corregir el retraso cambiario que agobia a los productores locales de bienes transables.

 

De todos modos, vaticina, se avecinan semanas de ansiedad en las que todos (y especialmente, el BCRA), "estaremos expectantes al ritmo del pass through de esta depreciación del peso a los precios domésticos".