El peor final

Le destrozaron todo: escabrosos detalles de cómo hinchas de Central mataron a un papá

Era donante, pero los únicos órganos que pudieron rescatarle fueron las córneas.

El barrio Norte llora otra muerte absurda, que tuvo sus raíces en el accionar de gente que debería estar presa. Tal como informó en exclusiva Tiro Libre, el domingo fue agredido Sergio Canavides (25), conocido en el barrio con el apodo de Checho.



El, junto a tres amigos, se encontraban comiendo choripanes en la esquina de 12 de Octubre y el pasaje Saravia, cuando pasó un auto con cinco personas que comenzaron a insultarlos. Para evitar problemas, regresaron hasta el frente de su casa para seguir escuchando el partido que Central Norte estaba jugando en Tucumán.



Momentos más tarde, se presentaron unos 20 barras que pertenecen a La 11, con los que discutieron al principio, para luego pasara los hechos. Canavides fue el centro de la bronca y se llevó la peor parte. Dos de sus hermanos y su madre salieron en su ayuda, pero los barras le impidieron el paso mientras le hacían una ronda donde la víctima se defendía del cobarde ataque.




Cuando cayó al piso abatido por los golpes, uno de los barras tomó un pedazo de cordón de la vereda que estaba desprendido y le partió la cabeza. 




La desesperada familia llamó a la policía y a una ambulancia, pero ninguno de los dos servicios respondió con rapidez y, según el testimonio de los vecinos, cargaron a Canavides en un auto particular para llevarlo gravemente herido hasta el San Bernardo, donde finalmente falleció.



Un dato sirve para reflejar la saña con la que actuaron: la víctima era donante, pero las córneas fueron los únicos órganos que no tenían daño. Todo lo demás estaba destrozado por los golpes. 




Los riñones fueron lo más afectado, ya que recibieron la andanada de patadas y palos por parte de estos tipos que actuaron de manera salvaje.




Se supo que la Brigada de Investigaciones tiene identificados a los autores de este hecho criminal, pero los allanamientos que hizo arrojaron resultados negativos. El barrio está temeroso, y le achaca la culpa de todos estos males a dos sujetos que hace dos meses salieron de la cárcel donde cumplían condenas por distintos delitos.



“Desde que ellos volvieron al barrio se acabó la tranquilidad”, le dijo una vecina a Tiro Libre angustiada por el miedo. Ella, como todos, sabe que esto no quedará aquí, que los amigos de la víctima juraron venganza.



Para colmo, el domingo el Cuervo jugará de local, a tan solo tres cuadras donde ocurrió este hecho sangriento, y en momentos que una facción de la barra La 12, llora la muerte ocasionada por algunos integrantes de La 11. Ojalá que las autoridades tomen nota de este delicado tema, pare prevenir males mayores.

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