Matías Isola

Que Pasa Salta
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Complicado y aturdido, así está el electorado salteño

La campaña para las elecciones legislativas comenzará el 14 de julio, sin embargo los salteños se muestran indiferentes ante la proximidad de la fecha.

En medio de un fuerte debate sobre la utilidad de las PASO, los salteños se preparan para la contienda electoral en un clima de absoluta indiferencia. Mientras los políticos ya calentaron motores (algunos incumplieron la ley y partieron antes de que empiece la campaña), los ciudadanos tienen demasiadas preocupaciones cotidianas como para definirse tan anticipadamente por una lista.



En ese contexto, la oferta electoral es tan amplia como variada. La particularidad del caso es que la heterogeneidad se presenta dentro de las mismas listas y esto genera una gran confusión en el electorado. Como por ejemplo en el frente oficialista Unidad y Renovación, donde los votantes peronistas no se sienten plenamente identificados con las opciones.



Con la escisión del Partido de la Victoria se fue la impronta peronista que tenía el frente oficialista. La situación actual permite una doble lectura: por un lado, prevaleció un armado plural y transversal como pregona el gobernador Juan Manuel Urtubey. Por el otro, estamos en presencia de una crisis de identidad sin precedentes dentro del PJ.



El interrogante pasa por si la crisis es pasajera o definitiva. Está claro que el bipartidismo ya no corre más y parece imponerse la teoría de Jaime Durand Barba. Es así que el radicalismo también atraviesa problemas severos de identidad y parece sometido a las reglas de juego del PRO. En Salta está la corriente oficialista de Miguel Nanni, que cumple a rajatabla los mandatos de Cambiemos (una especie de obediencia debida). Pero también existe una línea que intenta desmarcarse de las políticas de Mauricio Macri.



¿A quién beneficia entonces la atomización? Cabe recordar que el intendente capitalino Gustavo Sáenz también es de extracción peronista y puede traccionar votos para su frente (donde predomina el PRO, entre los principales componentes).



Si hasta el voto progresista afín al kirchnerismo se encuentra dividido entre el Frente Ciudadano para la Victoria y el Frente Popular para la Liberación. ¿Esto beneficia a la izquierda? El tiempo dirá, porque si bien se conformó el Frente de Izquierda, el MST se cortó solo y no permitió la unidad en su plenitud.



Tampoco hay que olvidar a Alfredo Olmedo, quien representa un voto cautivo nada despreciable y que en estas elecciones jugará solo, sin ningún aliado político y con candidatos genuinos. ¿Su estrategia debilitará al frente de Sáenz?



En medio de todas las especulaciones y conjeturas, se encuentran los votantes salteños, que hasta el momento no entraron en clima electoral. Un poco por desinterés y desencanto. Otro poco por confusión.

 

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